En la imagen, estado en el que ha quedado el autobús tras el choque. /AFP
Los sanitarios franceses se han trasladado rápidamente hasta el lugar del accidente junto con los bomberos. /AFP
Una parte del tren tras el choque. /AFP
La colisión se ha producido en la localidad de Mesinges, cerca de la frontera con Suiza y en el autocar viajaban 50 menores
Hasta el lugar se han desplazado varios equipos médicos y una célula de ayuda psicológica para atender a las víctimas
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha conocido la noticia mientras pronunciaba un discurso sobre la educación en París
Siete niños han muerto y otras 25 personas han resultado heridas, tres de ellas de gravedad, al colisionar un tren regional con un autocar escolar en la región de los Alpes franceses. El accidente se ha producido poco antes de las dos de la tarde en un paso a nivel en la localidad de Mesinges, en el departamento de Alta Saboya fronterizo con Italia.
Hasta el lugar del accidente se han desplazado diez vehículos de asistencia a los heridos, cuatro equipos médicos, un puesto de medicina avanzada y una célula de ayuda psicológica para atender a las víctimas de este siniestro, cuyas causas precisas están todavía por determinar. En el autocar escolar iban 50 niños, de entre 12 y 13 años, acompañados por varios adultos que realizaban una excursión al poblado medieval de Yvoire, cerca de la frontera suiza, en el marco de una clase de Historia y Geografía. El Tren Exprés Regional (TER) había salido de Thonon-les-Bains y se dirigía a Annemasse.
Según las primeras constataciones hechas por personal de la compañía ferroviaria SNCF, el dispositivo del paso a nivel funcionó normalmente aunque la investigación abierta para determinar las circuntancias del siniestro, lo corroborará.
Conmoción en el Elíseo
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha conocido la noticia mientras pronunciaba un discurso sobre la educación en París. "Es demasiado temprano para hacer un balance, pero todos nosotros pensamos en los niños, en los adultos, en las víctimas. Lamentablemente, no podemos hacer nada más que esperar que haya las menos víctimas posibles", ha declarado.
Dos miembros de su Gobierno, la ministra de Interior, Michèle Alliot-Marie, y el titular de Transportes, Dominique Bussereau, se han trasladado al lugar de los hechos, al igual que el presidente de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF), Guillaume Pepy.
El de hoy es el accidente más grave de autobús con niños a bordo que se produce en Francia desde julio de 1982, cuando un autocar que llevaba menores que partían de vacaciones, se incendió dejando 53 muertos, de ellos 46 niños.