Una centro de lectura con 'overbooking'

Por fuera parece un cubo frío y funcional, pero su vida útil e interior asombra a los técnicos municipales y a los trabajadores especializados. La Biblioteca de Extramuros, ubicada frente a Guillén Moreno, entre barrios de pasado marginal y futuro conectado al resto de la ciudad, gracias al soterramiento, muestra unos índices de utilización nunca conocidos en otro centro de Cádiz. Inaugurada en 2001, siete años después, ha superado la barrera de los tres millones de usuarios. Concretamente, a 30 de abril, el número total de visitas individuales era de 3.042.240. La tendencia sigue al alza. El año pasado fueron 222.581 los usuarios (que provocaron 40.094 préstamos de libros).

En el presente año, las cifras mantienen su crecimiento. Sólo en los cuatro primeros meses de 2008 ya se habían contabilizado 63.765 usuarios. En plena era de internet, en unos tiempos de presunto desinterés por la lectura, rodeada de zonas con tasas de desempleo y baja formación superiores a la media de la ciudad y la provincia, el caso de la Biblioteca de Extramuros rompe todos los tópicos. Se llena. Es un centro de lectura que, algunos días, podría echar mano de una lista de overbooking o de turnos de espera, «aunque no ha llegado a darse el caso, afortunadamente», bromean los funcionarios.

La sala infantil, la sala de lectura de prensa y, sobre todo, los mayores salones de préstamo y estudio de la primera planta se llenan el 90 por ciento de los días laborables, durante nueve meses, en varios tramos horarios de cada jornada.

Los propios trabajadores admiten que viene gente «de toda edad y condición, a leer cuentos, periódicos, novela y, en muchos casos, a estudiar... la gente de varios barrios la ha hecho suya». Como en cualquier biblioteca de España pero en proporciones insólitas en la ciudad, la provincia y Andalucía, según admiten técnicos del Ayuntamiento de Cádiz.

Las causas del fenómeno tienen cara y cruz. Por un lado, el respaldo popular confirma que el servicio, y las instalaciones, son del agrado del usuario. La cruz está en la falta de alternativas. Los casi 80.000 habitantes de Extramuros carecen de cualquier otro recinto público de lectura y estudio. Una zona de Cádiz con más población que diez capitales de provincia españolas sólo tiene una biblioteca. El concejal delegado de Cultura, Antonio Castillo, admite que «los datos de afluencia son más que interesantes, y dejan de manifiesto que Extramuros necesitaba un espacio destinado a la lectura, la investigación y los libros. Fue un compromiso de la alcaldesa de esta ciudad y es frecuentado por ciudadanos de todas las edades, desde mayores hasta escolares de cuatro años. Es un público muy diverso que llega desde muchas zonas: Loreto, de Puntales, de San Severiano...».

Entre las causas del éxito apunta «la colaboración directa que existe con los colegios de la zona o el grado de participación que hay en el mes de mayo en la Feria del Libro Infantil y Juvenil».

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