Líneas de trabajo para el Doce

a multiplicación de departamentos encargados de programar actividades de cara al Bicentenario de la Constitución de Cádiz amenaza con convertirse en un «totum revolutum» que dificulte la gestión, en vez de estimularla. Aunque es bueno que todas las instituciones trabajen en la preparación del evento, y es lógico que se produzca una sana rivalidad para mejorar la oferta de los otros, es preciso afinar las apuestas, pues no puede suceder que se superpongan las líneas de trabajo, se repitan actividades o, incluso, se lleguen a dificultar o a dinamitar logros de unas u otras administraciones. Es preciso reclamar ahora a todos los representantes públicos que lleven a la práctica las declaraciones públicas de consenso que presiden los actos de la comisión nacional o el consorcio, y eso se traduzca en un clima de leal colaboración,porque el Bicentenario es un proyecto de todos.