Opinion

Reconocer

Es verdad que mediante el lenguaje no siempre alcanzamos a expresar nuestros pensamientos y sentimientos con exactitud y claridad. Pero también es cierto que hay ocasiones en las que utilizamos las palabras para confundir a los demás, para ocultar o disimular nuestras verdaderas intenciones, o para darle o quitarle importancia a un asunto en función de nuestros intereses.

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Tanto es así que a un transvase podemos llegar a llamarlo, sin ningún rubor, conducción o transfusión; a una crisis económica, aceleración de la desaceleración; y a la falta de liderazgo y proyecto político en el Partido Popular, debate interno de ideas.

Si nuestra lengua es tan rica en matices seguramente es debido a nuestra capacidad de imaginar e inventar términos para intentar justificar lo injustificable. ¿Por qué nos dará tanta vergüenza reconocer las evidencias?