ESTUDIO. Jesús Hernández junto a Carmen Moyá. / J.J. GUILLÉN. EFE
ESPAÑA

Las drogas echan raíces entre los jóvenes como un elemento de integración y de diversión

Sanidad asume que los adolescentes han perdido la percepción del riesgo

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Las drogas se popularizan entre los consumidores adolescentes y las políticas de prevención poco o nada pueden hacer para evitarlo. La asociación Proyecto Hombre hizo público ayer un informe en el que acentúa la evolución del fenómeno de las adicciones entre los menores. Para ello ha buceado en el perfil psicosocial de los 1.734 jóvenes tratados en sus centros el pasado año (el 10% del total), en el que constata que estos ingieren estupefacientes como elemento de integración y diversión.

El estudio de Proyecto Hombre confirma que los adolescentes se inician a edades tempranas en el consumo de alcohol y tabaco como paso previo a las drogas psicoactivas, es decir, aquellas que alteran el nivel de conciencia. Son menores capaces de «parcializar su vida», de manera que compatibilizan la ingesta de estupefacientes con el mantenimiento de áreas con una cierta estructura familiar, lo que reduce la percepción del riesgo del entorno paternal.

Asimismo, el consumo se concentra en fines de semana, durante los momentos de ocio y tiempo libre que comparten con sus amigos. Y en este espacio, en el que el adolescente necesita la aceptación de sus iguales, el inicio en el alcohol y el tabaco (a partir de los 14 años) se entiende como una forma de cohesión y de identidad grupal