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«Cuando la política y la religión se mezclan dan problemas»
Barón explica que cada vez más gente tiene presente el budismo y poco a poco «están dejando de verlo como algo raro»
Actualizado: GuardarLa crisis de la antorcha olímpica ha vuelto a reavivar conflictos que, sin haber dejado de existir, cobran mayor fuerza cuando las ventanas mediáticas se abren de par en par. Mientras miles de budistas tibetanos se manifiestan contra la celebración de los Juegos Olímpicos en Pekín, existen otros que prefieren mantenerse al margen de «la política» que conjugada con la religión «nunca trae nada bueno». O al menos así lo cree José Barón, profesor del Centro Budista Lochana de Cádiz fundado en 1996 .
-Seguís la Nueva Tradición Ka-dampa, ¿en qué consiste?
-La Nueva Tradición Kadampa la funda el maestro Gueshe Kelans Gyatso en el año 1991 como una tradición independiente y contemporánea, propia del mundo actual. Nosotros no pertenecemos al budismo tibetano.
-¿Tiene muchos seguidores esta nueva corriente?
-No sabría decir el número exacto porque la gente es muy libre, va y viene. El nivel de compromiso depende de las clases y cursos a los que asisten.
-¿Qué buscan los que se acercan al centro?
-Buscan paz interior... que se va consiguiendo poco a poco. No es cuestión de dos días, si se aplican las enseñanzas y la meditación, la gente lo va logrando.
-¿Qué actividades se organizan?
-Organizamos clases de meditación dentro del Programa General que están abiertas a todo el mundo y uno puede asistir cuando quiera. Luego, está el Programa Fundamental que es de profundización y en el que es necesario matricularse. Sigue un método de estudio con enseñanza, meditación, debate filosófico y finalmente hay un examen. Hay otras prácticas como las encaminadas a desarrollar oraciones. También hacemos retiros para los que nos trasladamos, en ocasiones, a Campano en Chiclana. Varias veces al año hay festivales internacionales y otro nacional que se celebra en Alhaurín el Grande.
-Es el profesor, ¿cuál es su labor?
-Soy el representante principal del maestro en el centro, además del espiritual. Imparto las clases de meditación, asesoro a las personas, más o menos decido las actividades que hacemos, estudios que llevamos a cabo y cuido espiritualmente de las personas que se acercan.
-¿Cómo conoció la filosofía?
-Curiosamente la conocí en Cádiz. Aunque ya había leído algún libro, pero vi un cartel en la ciudad y justo se celebraba una sesión especial de meditación en la sacristía de una iglesia. El hecho que se desarrollara en este lugar me dio una cierta garantía y seguridad. Pensé que si se realizaba allí, no debía ser algo malo.
-¿Que diferencia su budismo del tibetano?
-Pues en Tibet había cuatro tradiciones budistas: nyingmatpas, sakyapas, kagyupas, guelgpas. Nosotros pertenecemos a esta última, pero independizados de ella. A partir del año 1991, se crea algo nuevo. Nuestro maestro funda está al corriente para poder predicar en un mundo libre y occidental como éste, al margen de los líos tibetanos, que son asuntos políticos. Porque cuando la política y la religión se mezclan suelen dar problemas.
-¿Cree que el budismo tiene futuro en lugares como Cádiz?
-Cada vez más gente lo tiene presente y creo que sí tiene futuro. Aunque nunca lleguemos a ser una mayoría, veo que poco a poco se van acercando más personas que dejan de verlo como algo raro.
imruiz@lavozdigital.es