Se busca nuevo líder. Razón: PP de Jerez
La palabra más repetida de las últimas semanas muy a nuestro pesar es crisis. Las tenemos de todos los colores y tamaños, aunque se llevan la palma la crisis económica, la energética, la alimenticia y, como no, la crisis del PP. Ahora que las aguas bajan turbias desde Génova no vendría mal a los populares jerezanos reflexionar también sobre la situación y el estado de salud del partido en la ciudad, que echando un vistazo a los síntomas no es, precisamente, halagüeño. Los responsables y militantes del PP de Jerez están obligados a aprovechar los vientos que soplan en la cúpula para también ellos salir de esta crisis renovados y con las alforjas llenas de unas ideas, ilusión y fuerzas que ahora brillan por su ausencia. De lo contrario, dentro de tres años sólo habrán contribuido a una cosa en la política local: a que Pilar Sánchez obtenga una nueva mayoría absoluta.
Actualizado: GuardarEn todo esto se da una paradoja tremenda y es que el PP jerezano debe pasar página pese a que tiene en estos momentos a la mejor líder de su historia, María José García Pelayo. Sin embargo, el tiempo de la que fuera alcaldesa de Jerez se ha agotado y ella es la primera que lo sabe. Pelayo está más fuera que dentro desde el día en que se rompió el pacto con el PSA, fracasó el Gobierno de coalición con Pacheco y ella no sólo firmó el cese de su hasta entonces socio, sino que también rubricó el final de su etapa como regidora jerezana.
Javier Arenas y ella misma saben que debe salir de Jerez para no quemar las naves que aún le restan en política a la propia María José, quien, por otro lado, ya ha dado evidentes muestras de agotamiento y ha confesado a su círculo más cercano y los dirigentes del partido que no quiere volver a ser candidata a la Alcaldía en nuestra ciudad. Recientemente, llegó su nombramiento como vicepresidenta de la Mesa del Parlamento y, muy probablemente, dentro de unos meses abandone su labor en la escena local para dedicarse por entero a la misión autonómica de un PP que, por otro parte, necesita refuerzos para seguir mejorando sus resultados en Andalucía.
Así las cosas, el PP de Jerez debe hacer serio propósito para salir del fango en el que está metido desde la pasada legislatura y en el que se hundió un poco más tras los últimos comicios municipales, en los que, además, perdió un concejal. Para ello, hay varias claves a tener en cuenta. El actual grupo municipal de los populares en el Ayuntamiento de Jerez tiene que trabajar más y mejor, y está obligado a sacudirse con fuerza ese halo de resignación que les acompaña desde que Pilar Sánchez obtuvo la mayoría absoluta. Un partido acomplejado no se puede presentar como alternativa de gobierno.
Hay que dar a conocer al equipo. No es normal que todavía haya concejales/as electos/as del PP en el Ayuntamiento a los que no los conoce ni el bedel de la puerta. Hay ediles populares que en lo que llevamos de legislatura no han aparecido, y lo peor es que no se les espera. A ver si nos dan una sorpresa.
Es importante intensificar la labor de oposición, hacer un trabajo de fiscalización del Gobierno municipal en todos sus movimientos, y abandonar el perfil previsible, recurrente y débil que se viene manteniendo hasta este momento. El conformismo es el enemigo, y el PSOE -que, dicho sea de paso, lo está poniendo en bandeja para que se le haga una buena oposición- es el rival.
Y, sobre todo, y esto es lo más importante, hay que construir con carácter de urgencia un nuevo líder. El horizonte más inmediato es la asamblea o congreso local que deberán celebrar los populares jerezanos en los próximos meses. Para acudir con garantías, sin complejos y con posibilidades a las próximas elecciones municipales, es vital que de ese congreso salga un nuevo referente del PP para los jerezanos. En los pasillos y mentideros de la ciudad se habla de Javier Durá como la persona idónea para recoger la bandera que tan dignamente llevó María José García Pelayo. No sé que hará él finalmente pero si tiene el arrojo de ofrecerse puede ser la mejor opción para el partido en el escenario local. Hace años que conozco a Javier y me parece un hombre inteligente, con ideas y muy capaz si se siente respaldado por los suyos. El tiempo dirá qué sucede, pero lo que parece incontestable es que el PP tiene que moverse ya si no quiere convertirse en una estatua de sal.