De la Vega reconoce que el Gobierno «no se puede permitir» más medidas para incentivar el consumo

El Consejo de Ministros ha aprobado el decreto que modifica el reglamento del IRPF para hacer efectiva la deducción fiscal de 400 euros. Esta es la principal medida aprobada por el Gobierno para hacer frente a la desaceleración e incentivar el consumo. No habrá más en esta misma línea porque, tal y como ha reconocido la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, "no nos podemos permitir otras medidas". Coincide así con lo adelantado por el ministro de Economía, Pedro Solbes.

Al término de la reunión del Consejo de Ministros, De la Vega ha asegurado que todas las medidas comprometidas por el Ejecutivo para reactivar la economía cuentan con el dinero suficiente para acometerlas, aunque ha insistido en que no hay montante para nuevas actuaciones discrecionales.

"No nos podemos permitir otras medidas" de esta índole "que no estén previstas y que puedan ser de mucho calado", ha señalado María Teresa Fernández de la Vega, tras anunciar la aprobación del Real Decreto que modifica el Reglamento del IRPF para hacer efectiva la deducción fiscal de 400 euros, que costará 6.000 millones de euros a las arcas públicas.

Agotada la inyección económica

Fernández de la Vega ha asegurado que "no ha habido ni un solo compromiso" del Gobierno sobre el que no se haya revisado su viabilidad financiera, y ha insistido en que está asegurado el dinero necesario para las prestaciones por desempleo, las inversiones en infraestructuras y de otros compromisos como la renta básica de emancipación o partidas destinadas a la dependencia.

Pero como apuntaba Solbes esta semana, no hay previstas nuevas medidas en la misma dirección de los 400 euros porque "no nos las podemos permitir". Siguiendo el argumento del titular de Economía, sólo hay un paso entre el superávit y el déficit y no hay que sobrepasar la línea en tiempos de desaceleración.

Resurgen las críticas desde el ámbito político

Pese a estas explicaciones, la medida fiscal prometida en campaña por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha vuelto a ser criticada desde el ámbito político, mientras que se ha dudado de su efectividad en el económico.

Así, la Fundación de Cajas de Ahorros (FUNCAS), que hoy ha vuelto a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento para este año, considera que tras un segundo trimestre con posible decrecimiento, la economía se recuperará algo en la segunda parte del año por el "respiro" que la rebaja fiscal dará al consumo. No obstante, advierte, será un efecto transitorio "incapaz" de enderezar otros problemas de la economía como el "derrumbe" de la construcción.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, ha sido más optimista al señalar que pese al coste de esta medida las cuentas públicas volverán a tener superávit este año, aunque precisó que "todo tiene un límite".

De nuevo, el portavoz de Economía del PP en el Congreso, Cristóbal Montoro, ha advertido de que la deducción "no llega a todos por igual" y ha lamentado que Solbes diga, por un lado, que espera que la medida contribuya "algo" a reactivar la economía y, por otro, "reconozca su estancamiento". Eso convierte a Solbes, según Montoro, en un "comentarista", en lugar de un responsable económico que toma medidas.

El portavoz de Economía de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, ha considerado una "lástima" que el Gobierno gaste "su único cartucho para la reactivación económica" con esta medida, y "cierre la puerta" a otras actuaciones "más contundentes" como "estímulos fiscales, financieros, presupuestarios y reformas estructurales".

Desde ERC, su portavoz en el Congreso, Joan Ridao, ha acusado al Gobierno de "dilapidar" el superávit del Estado con medidas "electoralistas", y ha advertido de que la rebaja "agota prácticamente el margen de maniobra" del Gobierno para hacer frente a la desaceleración.

El PSOE, por su parte, ha insistido en defender la medida, y su secretaria de Política Económica y Empleo, Inmaculada Rodríguez-Piñero, ha reseñado que supondrá un "estímulo" para la economía, y los contribuyentes la notarán desde el mes que viene en sus bolsillos.