PIÑA. Los azulinos conversan con Esteban antes de iniciar el entrenamiento de ayer. / CRISTÓBAL
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La plantilla azulina expone su preocupación por los impagos

Los jugadores se reunieron en el vestuario durante casi una hora con Antonio Fernández Monterrubio «Estamos desanimados porque se acerca el final y no hay ninguna garantía», expone Jesús Mendoza

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Los jugadores del Xerez están a un paso de cumplir el objetivo de la permanencia tras seis meses en puestos de descenso. Una victoria este domingo en Ipurua ante el Eibar podría suponer un salto importante en la lucha por la salvación, una meta que queda en segundo plano debido a los problemas económicos por los que atraviesa la entidad. Los jugadores llevan dos meses sin cobrar (marzo y abril) y tienen pendientes por ingresar todavía las fichas, por lo que la preocupación es evidente en el seno del equipo.

Este sentir se lo hicieron ver ayer los xerecistas a Antonio Fernández Monterrubio, vicepresidente del Deportivo. Durante 50 minutos, el mandatario azulino, requerido por los propios futbolistas, mantuvo un encuentro con los jugadores, una reunión que, según Jesús Mendoza, «no nos ha convencido porque es lo mismo y no nos aporta soluciones».

Falta de garantías

El jerezano, uno de los capitanes del equipo, fue el encargado de explicar a los medios los pormenores del encuentro. Para el lateral el principal problema, al margen del dinero adeudado, es la falta de garantías por parte del club. Según Mendoza, «hay mucha preocupación por lo que puede suceder y por eso es que hemos querido mantener esta reunión. Nosotros estamos preocupados por lo deportivo, como es lógico, porque queremos seguir un año más en Segunda, pero la situación económica nos inquieta».

El azulino, uno de los más veteranos del grupo, no escondía que «hay un nivel de inquietud grande en el equipo» y que el mandatario sevillano apenas ha aportado soluciones: «Sólo queda seguir esperando como hasta ahora. Están esperando a que entre dinero de una parte y de otra, y nada, a esperar».

Esperar a cobrar, ésa parece ser la única solución para un plantel que se encuentra «desanimado porque se acerca el final de temporada y no vemos solución alguna. Nos ha comentado que deben mucho menos que la temporada pasada, y que si entra el dinero que están esperando no habría ningún problema». Argumento que no termina de convencer a los azulinos.

Al margen de la falta de garantías y que, según Mendoza, el club no aporta soluciones, existe un nuevo problema. En el anterior encuentro con la directiva azulina, los jugadores tenían el compromiso del club de cobrar una vez salvada la categoría. Han pasado semanas y el desánimo del grupo es tal, que ya no se fían de poder cobrar, incluso consiguiendo la permanencia.

Según Jesús Mendoza, «si el equipo baja a Segunda B sería muy complicada la situación y el poder cobrar, eso es algo que ya sabemos. Pero también estamos preocupados porque hay opciones de no cobrar incluso salvando al equipo y manteniendo la categoría».

Monterrubio tranquiliza

A todo esto, Antonio Fernández Monterrubio quiso exponer las razones por la que la tranquilidad ha de reinar en el seno azulino. El mandatario quiso quitarle dramatismo a la situación, argumentando que están trabajando en la viabilidad de acabar el año cumpliendo con todos los jugadores. En comparación con la campaña pasada, Monterrubio expuso que «el año pasado la situación era aún peor», por lo que no debía de haber muchas preocupaciones. Según el sevillano, «les he comentado que pienso que no es tan dramática la situación como algunos la puedan ver, se les deben dos nóminas y trabajamos para ponernos al día».

Finiquito municipal

Un finiquito que llegaría, obviamente, con el cobro de la subvención municipal (2.000.000 euros aproximadamente), o al menos así lo entiende el vicepresidente: «Con la subvención se podría liquidar la plantilla, aunque hay más ingresos al margen de la subvención, está claro».

De la inquietud de los jugadores, Monterrubio dejó claro que no me sorprende porque estamos acabando y quieren cobrar, como todos los empleados del club». A todo esto, el presidente Joaquín Morales no da explicaciones a los jugadores, unos futbolistas que, pese a que ahora están centrados en el encuentro ante el Eibar del domingo, podrían tomar medidas una vez lograda la permanencia una temporada más en Segunda División.

bfernandez@lavozdigital.es