El PNV cree que las últimas acciones de ETA buscan condicionar un acuerdo entre Zapatero e Ibarretxe
Rajoy brinda su apoyo al presidente del Gobierno para que rechace las propuestas del lehendakari en el encuentro de hoy
Actualizado: GuardarMariano Rajoy ofreció ayer su apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero para que diga «no» a los planteamientos de Juan José Ibarretxe en la reunión que mantendrán este martes en el palacio de La Moncloa. El presidente del Gobierno cuenta así con un respaldo del jefe de la oposición que no tuvo en otras ocasiones, en las que el líder del PP exigió sin más que no recibiera al lehendakari.
Apenas 48 horas después de que Esperanza Aguirre reclamara a Rodríguez Zapatero que no recibiera al presidente del Gobierno vasco, Rajoy no puso reparos al encuentro y afirmó que apoyará al jefe del Ejecutivo para que diga «simplemente no» a la propuesta del lehendakari. El líder del PP consideró un despropósito la celebración en el País Vasco de un referéndum que «nadie demanda» y, en consecuencia, confió en que Rodríguez Zapatero ni tome en cuenta ese planteamiento.
Desplante
La presidenta de la Comunidad de Madrid reclamó el desplante a Ibarretxe como muestra de rechazo a la resolución del Parlamento de Vitoria que el pasado viernes denunció la práctica de torturas a los detenidos de ETA y acusó al Ejecutivo de «amparar» esas prácticas con su pasividad para investigar las denuncias. Rajoy no entró en esa polémica y se limitó a respaldar la negativa del Gobierno a tomar en cuenta la iniciativa del lehendakari. Animó además a Rodríguez Zapatero a usar los resortes legales existentes para impedir la consulta popular si Ibarretxe se empecina en seguir adelante con su idea.
El jefe de la oposición también brindó su apoyo al jefe del Ejecutivo en la lucha contra ETA tras el atentado de este lunes de madrugada en Guecho. Precisó que ese respaldo está supeditado a que la «prioridad» de Rodríguez Zapatero sea «la derrota» de la organización terrorista y no volver a «las andadas, como hizo desgraciadamente hace cuatro años», en referencia a la apertura del proceso de diálogo.
El PNV, por su parte, cree que el coche-bomba de Guecho tiene una vinculación directa con la reunión de este martes. El presidente de ese partido, Iñigo Urkullu, señaló que el bombazo buscó «condicionar» los acuerdos que pueden salir del encuentro. ETA, declaró el líder nacionalista, ha pretendido una vez más erigirse en «juez de la vida política», cuando los consensos, si cuajan, deben ser fruto de la negociación de «las fuerzas políticas y las máximas instituciones del Estado».
Garantías
Urkullu garantizó que el lehendakari acudirá a la cita de La Moncloa «con espíritu abierto» y con una propuesta para abordar «una segunda transición» en el País Vasco dado que la que se produjo tras el final del franquismo fue «incompleta». La portavoz del Ejecutivo vasco, Miren Azkarate, señaló a su vez que uno de los objetivos de la propuesta que Ibarretxe trasladará a Rodríguez Zapatero es «poner a ETA en su sitio».
El ministro del Interior, en cambio, auguró nubarrones para la entrevista. Alfredo Pérez Rubalcaba señaló que si el jefe del Ejecutivo de Vitoria vuelve a poner en el candelero «las viejas ideas» de la autodeterminación o la independencia tendrá que escuchar «las mismas respuestas» de rechazo que ha recibido en cuanta ocasión las ha planteado. Insistió en que los procedimientos para cambiar marcos jurídicos y de autogobierno que fija la Constitución «son los que son» y las reglas del juego «no se van a modificar».
Debilidad
Pérez Rubalcaba, en cambio, no vinculó el último atentado de ETA con el encuentro de este martes. El titular de Interior atribuyó el coche-bomba de Guecho a la «debilidad interna» de la organización terrorista, que intenta revertir esa situación «con bombas y asesinatos» para «reforzar su unidad y elevar la moral de su gente». En cuanto su «entramado» se tambalea, apuntó el ministro, recurre a los atentados porque es una manera de «unir fuerzas».