Trece muertos en un atentado suicida

Unas 16.000 personas fueron evacuadas ayer en Chofu, una ciudad al oeste de Tokio, para desactivar una de las miles de bombas que lanzó EE UU durante la II Guerra Mundial, que nunca llegó a explotar y que se encontraba cerca de una línea de ferrocarril. Las Fuerzas de Autodefensa desarmaron el proyectil, de una tonelada de peso, tras dos horas de trabajo y las personas que vivían en un radio de 500 metros de distancia recibieron la orden de salir de la zona. La disposición afectó a todos los residentes, incluidos 150 pacientes de un hospital cercano, y provocó el retraso de un par de horas de un partido de la Liga de fútbol japonesa.