FALTA. Del Amor recibe una entrada de un rival. / NURIA REINA
FÚTBOL SALA DIVISIÓN DE PLATA

Victoria de infarto del Virgili que le sirve para poder seguir sufriendo

A falta de dos minutos para el final, Del Amor da el triunfo con gran suspense La afición del Portillo se vuelca con el equipo y acaba vibrando con la remontada

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El Virgili consiguió una importante victoria que le acerca a la salvación pese a que sus rivales directos no perdieron y se sigue en la misma posición. Mucho sufrió el conjunto gaditano para doblegar al Ramos Talavera, un contrario que puso las cosas muy complicadas desde el principio.

El equipo amarillo salió decidido pero la presión y los nervios hicieron que el juego no fuese todo lo rápido y fluido que se deseaba. Los manchegos tenían el balón y lo mantenían, consiguiendo posesiones largas. En la primera aproximación visitante Nacho, a la salida de un córner, puso en ventaja al conjunto forastero. Los gaditanos reaccionaron y Francis estuvo cerca de conseguir la igualada en tres ocasiones. La más clara la tuvo que sacar Álex en la misma línea de gol.

Tras el descanso, tocaba remontar. El público gaditano respondió y llevó en volandas a los de la Tacita. Las ocasiones comenzaron a sucederse y el gol parecía estar más cerca. Dos lanzamientos al palo de Adri Gaona y Alber fueron la antesala al empate que consiguió el primero de ellos al lanzar desde media distancia. El partido cambió de dinámica. Varela goleó con una falta escorada pero la acción fue anulada por los colegiados al considerar falta en el bloqueo. Otros dos disparos al palo subieron la tensión en las gradas, en donde pocos pensaban ya que se pudiera lograr el milagro. Pero llegó a falta de dos minutos. Aicardo lanzó el balón, dio en el larguero, botó en la línea y con mucho suspense, Ale del Amor, consiguió el 2-1.

Quedaban dos minutos y el Talavera buscó la igualada con el portero-jugador pero el esfuerzo gaditano obtuvo su recompensa al llegar al final con la remontada confirmada.

Sufrimiento y alegría se mezclaron en las gradas y en la cancha, pero lo importante es que los tres puntos de oro se volvieron a quedar en Cádiz. Una vez más, el Portillo volvió a ser un fortín inexpugnable.