La promotora Larcovi vende setenta y dos apartamentos turísticos como viviendas

Un día después de que el equipo de Gobierno dé vía libre a la construcción de apartamentos turísticos sobre los terrenos del antiguo cámping de Valdelagrana, se ha destapado una venta de este tipo de apartamentos con la finalidad de destinarlos a viviendas particulares.

La urbanización Lares de Santa María, ubicada junto a la avenida de Sanlúcar, vende setenta y dos apartamentos turísticos para que sean usados como residencias. Aunque esta urbanización cuenta con una licencia de la consejería de Turismo, Comercio y Deporte para albergar 72 apartamentos turísticos, la normativa de la Junta de Andalucía indica que «estas construcciones pueden ser compradas por particulares como un medio de inversión, pero no pueden ser usadas como vivienda por el propietario».

El dueño debe ceder su apartamento a la empresa que se encarga de explotar comercialmente estos 72 apartamentos. Al final de cada año, la empresa deberá desembolsar al propietario los frutos de esta explotación hostelera.

La promotora cambió el primer permiso que le otorgó la consejería de Turismo y Comercio de hotel apartamento, por la de apartamentos turísticos. La diferencia estriba en que con la primera licencia no se pueden vender los apartamentos de manera independiente al ser un hotel tradicional, mientras que con la segunda licencia sí se pueden realizar estas ventas.

«Sin ningún problema»

Sin embargo, LA VOZ se puso en contacto con la promotora Larcovi, empresa madrileña que se encarga de vender estos apartamentos turísticos, e indicaron que «no existe ningún problema para usar estos apartamentos turísticos como vivienda». Larcovi también informa que «el precio de los apartamentos oscilan entre los 100.000 y los 200.000 euros por un piso de cincuenta metros cuadrados».

La normativa urbanística que delimita la urbanización de Lares de Santa María indica que sólo se pueden construir cien viviendas. El complejo tiene una superficie de 10.000 metros cuadrados hábiles, lo que supone una media de cien metros cuadrados por vivienda. Finalmente, la promotora optó por edificar cien viviendas y 72 apartamentos, que fueron catalogado bajo la denominación de apartamento turístico.

Próxima inspección

La teniente de alcalde de la concejalía de Urbanismo, Patricia Ybarra, confirmó ayer que «tenemos constancia de lo que está ocurriendo en esta urbanización. Tenemos previsto mandar una inspección de técnicos para que verifiquen la gestión de estos edificios».

Por su parte, la dirigente de Izquierda Unida, Pepa Conde, hizo una lectura más dura de este incidente. Conde considera que «los promotores de esta urbanización quieren dar un pelotazo urbanístico a costa de los intereses generales. Por este motivo, nuestro partido se opone a la construcción de los apartamentos turísticos. Al final se trata de artimañas que usan los constructores para aumentar la edificabilidad y vender viviendas a precios desorbitados», estima Conde.

La portavoz de Izquierda Unida terminó acusando al equipo de Gobierno de «seguir los pasos de Independientes Portuenses al permitir y favorecer este tipo de pelotazos urbanísticos en la ciudad» y pidió soluciones al respecto.