Derechos limitados

as medidas cautelares solicitadas por la hermana de la Princesa de Asturias para medio centenar de medios de comunicación, a fin de impedir que informen sobre su vida privada, vuelve a confrontar el derecho a la intimidad con la libertad de expresión, pero con la particularidad de que Telma Ortiz y su pareja no piden protección legal ante reportajes ya publicados sino por los que pudieran realizarse. Esa limitación no sólo podría colisionar con la prohibición constitucional de la censura previa, sino que obligaría a la juez a determinar de manera preventiva qué actividades de los demandantes se encuadran en la esfera del interés público y cuáles no, lo que podría repercutir en otros miembros de las familias Ortiz y Rocasolano. Pero los medios afectados tampoco deberían escudarse en las dudas jurídicas para justificar su desmedida atención sobre quien sólo es popular por su apellido.