Foto desgraciada

a fotografía de la vicepresidenta del Gobierno en Níger con el encargado local de una factoría valenciana de producción de chufa y sus tres mujeres constituye una desgraciada anécdota que, sin embargo, debería haberse podido eludir a fin de evitar una imagen que no sólo resulta ofensiva para las mujeres españolas, sino para todas aquellas que viven bajo dominación en el mundo. El equipo de De la Vega y el propio empresario tendrían que haber impedido una instantánea ante la que su protagonista dijo estar «horrorizada», una vez supo que las que creía hijas del capataz eran, en realidad, sus esposas. La consideración de la poligamia como una práctica común en el país africano no puede obviar que en España está expresamente prohibida.