El partido de ex primer ministro Sharif se retira del Gobierno de coalición en Pakistán
Alega diferencias con el PPP de la fallecida Bhutto sobre la restauración de los jueces destituidos por el presidente Musharraf y promete que no intentará desestabilizar el país
ISLAMABAD Actualizado: GuardarMenos de dos meses se ha mantenido la Liga Musulmana-N (PML-N) en el Gobierno de coalición de Pakistán. El ex primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, y líder de esta formación ha anunciado que se retira del Ejecutivo que encabeza el Partido Popular de Pakistán (PPP) de la fallecida Benazir Bhutto.
En rueda de prensa, Sharif ha explicado que su formación saldrá del Ejecutivo formado tras los comicios del 18 de febrero ante la imposibilidad de resolver las diferencias con el PPP sobre la restauración de los jueces destituidos por el presidente Pervez Musharraf.
"Hoy es doce de mayo. Nosotros estábamos obligados por esta fecha", ha señalado Sharif en referencia al plazo que había fijado con su principal socio para devolver sus cargos a los magistrados depuestos. "Nuestros ministros se reunirán con el primer ministro mañana y presentarán sus renuncias (...) pero no nos convertiremos en parte de ninguna conspiración para desestabilizar el proceso democrático", ha matizado.
Mermada la esperanza de consolidar un régimen civil
Tras tres días de conversaciones en Londres entre Sharif y el líder del PPP -que encabeza el Gobierno de coalición-, Asif Ali Zardari, no se ha logrado ningún avance significativo. Por ello, nueve ministros -los que pertenecen a la Liga Musulmana-N (PML-N) de Sahrif-, incluido el ministro de Finanzas, Ishaq Dar, abandonarán el Ejecutivo. No obstante, Sharif ha asegurado que su partido seguirá apoyando al Gobierno del primer ministro, Yousaf Raza Gilani: "Por el momento, no nos colocaremos en la oposición".
Sharif, que fue expulsado del poder por Musharraf, quiere que los 60 jueces despedidos sean finalmente readmitidos, en el marco de una estrategia para poder echar al presidente de su cargo. Esa fue su condición para unirse a la coalición dirigida por Zardari.
Había grandes esperanzas de que esta alianza de las dos fuerzas políticas principales consolidase un régimen civil en Pakistán, un país que ha estado gobernado por militares, como Musharraf, durante más de la mitad de su historia política moderna, que comenzó con su fundación en 1947.
Consecuencias de la ruptura de la alianza
Si la PML-N decidiese dejar de respaldar al PPP, este último partido podría optar por invitar a los aliados de Musharraf a unirse a su coalición o por convocar unas nuevas elecciones, según los analistas. La ruptura de la alianza probablemente será una buena noticia para Musharraf, ya que la humillante derrota que sufrió en las elecciones legislativas le había dejado aislado en el panorama político.
Zardari y Sharif firmaron en marzo pasado un pacto para comprometerse a readmitir a los jueces despedidos antes del 30 de abril, pero Sharif amplió el plazo hasta el 12 de mayo debido a la indecisión de Zardari.
Musharraf realizó una purga en el sistema judicial durante el estado de excepción, ya que temía que el Tribunal Supremo pudiese determinar que su reelección como presidente por el Parlamento, el pasado octubre, fue ilegal. El proceso judicial contra Musharraf podría abrirse de nuevo si los jueces vuelven a ocupar sus puestos, pero Zardari no quiere propiciar un enfrentamiento con el presidente.