El Ejército usará la fuerza para restablecer el orden tras el recrudecimiento de los combates en el Líbano
Desde que estalló la crisis hace cinco días han fallecido unas ochenta personas y más de 250 han resultado heridas
BEIRUT Actualizado: GuardarEl Ejército libanés ha amenazado con usar la fuerza si fuera necesario para imponer la ley y el orden en el país a partir de mañana. "Unidades militares suspenderán las violaciones de acuerdo con la ley, incluso si eso lleva al uso de la fuerza", ha afirmado el Ejército en un comunicado, que precisa que la orden se empezará a aplicar a partir de las 6.00 de mañana.
La decisión se produce después de que los combates entre los partidarios de la mayoría parlamentaría y los de la oposición, liderada por el grupo chií Hezbolá, se hayan extendido al valle oriental de la Bekaa, fronterizo con Siria, una vez calmada la situación en las regiones montañosas del Chuf, en el sureste de Beirut.
Fuentes policiales han informado de que se están produciendo bombardeos en las proximidades del paso fronterizo de Masna, el principal nexo entre el Líbano y Siria, cerrado hace dos días por seguidores del dirigente de la mayoría, Saad Hariri.
Los combates entre los partidarios de la mayoría parlamentaría y los de la oposición, liderada por el grupo chií Hezbolá, se libraban esta noche en las montañas del Chuf, en el sureste del Líbano, donde operan simpatizantes del líder druso, Walid Yumblat, según han anunciado fuentes de seguridad. Al menos 36 personas han muerto en estos combates, entre los que figuran 14 miembros de Hezbolá.
Más de ochenta muertos
Los combates más graves desde el final de la guerra civil en 1990 han dejado ya 81 muertos y más de 250 heridos desde que estalló la crisis hace cinco días, según fuentes policiales. Sin embargo, aún se desconoce los bandos a los que pertenecen las víctimas y los lugares en los que han fallecido o resultado heridas.
Asimismo, han sido puestos en libertad cuatro funcionarios del ayuntamiento de Aley, una zona de mayoría drusa al sureste de Beirut, que habían sido secuestrados por partidarios de la oposición, según Akram Cheyaheb, diputado del Partido Socialista Progresista, que preside el líder druso Walid Yumblat.
La situación vuelve a la normalidad poco a poco en esta zona montañosa, donde ayer se produjeron enfrentamientos entre opositores y miembros de la mayoría parlamentaria, al igual que en Beirut y en Trípoli, la principal ciudad del norte del Líbano, tras los duros combates de los últimos días.
La oposición pide la dimisión de Siniora
Mientras los combates se suceden, el líder cristiano de la oposición Michel Aun ha asegurado que no habrá estabilidad en Líbano si no dimite el Gobierno de Siniora. Aun, que ha vuelto a exigir la formación de un gobierno de unidad nacional y la reforma de la ley electoral, ha acusado al Ejecutivo de haber detonado la actual crisis, en alusión a la decisión de desmantelar la red de telecomunicación del grupo chií Hezbolá -líder de la oposición- y de destituir al jefe de la seguridad del aeropuerto.
Además, ha precisado que "la crisis se debe a problemas acumulados desde hace tiempo" y que "pedir el desarme o el repliegue de los grupos armados no desactivará el conflicto".
Los enfrentamientos se iniciaron el pasado miércoles, después de que el secretario general de Hezbolá, Hasan Nasralá, asegurara que la decisión del Gobierno de acabar con la red de telecomunicaciones de su grupo era "una declaración de guerra".
Sin embargo, tras hacerse con el control de amplias zonas de Beirut y de otras ciudades, el grupo chiíta decidió ceder sus posiciones al Ejército, que previamente había frenado dos decisiones del Gobierno en contra de la organización radical islámica.