Las bicicletas son para la ciudad

Esta manifestación se produce en un momento de auge de la bicicleta en las grandes capitales como medio alternativo para desplazarse. En ciudades como Sevilla o Barcelona es cada vez más habitual ver a ciclistas por las calles, así como a empresas de alquiler para visitantes y turistas.

Es evidente que la bici no será un medio de transporte masivo en los próximos años, pero sí puede contribuir a una mayor concienciación sobre la utilidad de medios de transportes alternativas y a construir ciudades más amables y sostenibles.

Las autoridades deberían dar un paso decidido en favor de esta modalidad de transporte y subirse al carro de la modernidad que las bicicletas significan ya en toda Europa, desde hace años, y cada vez más entre nosotros.

La sociedad, siempre por delante de sus políticos, da signos claros en este sentido, y así debe interpretarse la manifestación de ayer, que ha dejado de ser un simple movimiento alternativo o contracultural, extravagante y minoritario, para convertirse en una vía de futuro plenamente convalidada por la práctica cotidiana de los vecinos en ciudades similares a la nuestra.

Hay que considerar también que Cádiz y la Bahía reúnen características en especial favorables para su uso y fomento, por su orografía, por su clima y por las propias complejidades del tráfico urbano, que no harán sino aumentar en próximas fechas, cuando el segundo puente esté en funcionamiento.

Hay que alentar las iniciativas en este sentido del Consorcio de Transportes e insistir en la necesidad de mejorar las condiciones para que los ciclistas puedan circular sin riesgos por nuestras ciudades.