El estallido de la santabárbara
La 'Mercedes' se hundió frente al cabo Santa María tras ser atacada por una escuadra de cuatro navíos ingleses fuertemente artillados
Actualizado: GuardarLa fragata Nuestra Señora de las Mercedes y de las Ánimas, un navío botado en el Real Arsenal de La Habana en 1788 y artillado con 34 cañones de hierro de 16 y 12 libras, nunca llegó a Cádiz. Saltó por los aires tras una batalla inesperada y regida por la exquisita caballerosidad que imperaba en la época. La historia es deliciosa.
El 6 de noviembre de 1802 se ordenó que la Mercedes y la Clara viajaran al puerto del Callao (Lima) para trasladar a Cádiz «los caudales y frutos» del Perú. Doblan luego Hornos y en julio de 1803, ya en Montevideo, se les unen se les unen la Medea y la Astrea, todas al mando de José Bustamante, marino muy capaz y oficial que estuvo al mando de la corbeta Atrevida en la expedición científica de Malaspina. La carga la componían un millón de pesos fuertes y 28 toneladas de objetos y materiales preciosos. Hubo particulares que embarcaron lingotes de oro (520 grs.), 4.600 kilos de plata labrada, pesos de oro...
La escuadra que atravesará el Atlántico con los caudales peruanos queda constituida por fin por la Medea, la Fama, la Clara y la Mercedes. En esta última embarca con toda su familia el capitán de navío Diego de Alvear (astrónomo, botánico y matemático) llamado por el rey. La muerte del segundo jefe de la escuadra, Tomás de Ugarte, lleva a Alvear a ocupar el puesto de segundo de la flota. Embarca con su hijo mayor Carlos Antonio en la Medea y deja a su esposa y a otros siete hijos en la Mercedes. El grupo zarpa del Río de la Plata el 6 de agosto.
Después de navegar 58 días encuentran un queche danés, anota en su libro Galeones con tesoros Claudio Bonifacio tras estudiar los diarios de Alvear y Zapiaín, que les da noticias y les informa de la neutralidad de Inglaterra. Avistan la costa portuguesa. Pero la tragedia está a punto de saltar. La Clara hace señales de haber avistado tres velas. A las 9 reconocen las banderas inglesas. Se trata de cuatro fragatas fuertemente artilladas y al mando de la Indefatigable (un navío rebajado). Los ingleses preguntan en su idioma el puerto de destino y el de arribada. Los españoles se aprestan al combate.
El oficial inglés comunica que trae órdenes de su rey de detener el convoy y llevarlo a Inglaterra. Que con esa misión llevaba en la zona tres semanas, en relevo de otra división que había patrullado en su busca. Y si para hacerlo debía luchar, que lo haría. Bustamante habla inglés y se da por enterado. Pide entrar en otro puerto distinto del de Cádiz, bloqueado por los franceses.
El inglés abandona la sala de la Medea precipitadamente, sale al alcázar con un pañuelo blanco y salta al bote. Nada más llegar el inglés a su buque disparan un primer cañonazo con bala, señal de abrir fuego a las fragatas. Barren las cubiertas. A las nueve y cuarto, la Mercedes salta por los aires «con un estruendo terrible». Se cree que el fuego alcanzó su santabárbara. El mar se llena de despojos y restos humeantes.
La Fama fuerza velas y decide escapar. La Medea atrapada entre dos fuegos, desarbolada de mayor y mesana, sin gobierno, arria la bandera. Tras la rendición, tratan de rescatar a los supervivientes. Apenas 40 de los más de 300 que iban en la Mercedes. De la conmoción, a Alvear se le volvió el pelo blanco. Los ingleses custodiaron a la Medea y a la Clara hasta Plymouth. La Fama, capturada, llegó a Gosport el 16.
Doblones para Napoleón
¿Y el porqué del ataque? Los ingleses atacaron a los españoles tras la firma, el 19 de octubre de 1803, de un acuerdo secreto entre España y Francia que obligaba al pago a Bonaparte de seis millones mensuales durante todo el tiempo que durara el conflicto entre Francia e Inglaterra y a cambio de reconocer la neutralidad española. Inglaterra actuó de esta manera para evitar que el dinero del Perú sufragara la guerra contra su país.