Despelleje y despelote
Hasta ahora sólo los futbolistas, y sus entrenadores, decían aquello de que «habrá que dejarse la piel en el campo». De un tiempo a esta parte también los políticos se han apuntado a tan bonita expresión...
Actualizado: GuardarY cuando me refiero a «los políticos» es porque todos, sin discriminación «por razón de edad, sexo, religión, color o ideología», dicen lo mismo... Un veterano ex ministro que abandona sus responsabilidades en el partido afirma hacerlo después de «dejarse la piel». Una joven e igualitaria neoministra declara: «Me voy a dejar la piel para acabar con el machismo en este país». Y otra joven neoportavoza, de distinto partido, no sólo se va a dejar la piel sino que va a pelear «con uñas y dientes»... Y así tantos y tantas, veteropresidentes, bisoños concejales y paleoalcaldesas...
Pues nada, que se la dejen, Como los futbolistas. Que para eso se les paga. Y bien.
Lo que pasa es que cuesta trabajo creerlo.
Porque, aquí y ahora, en este país, son otros los que se dejan la piel. Ahí están, por ejemplo, los padres que buscan, sin encontrarla, una plaza escolar para que sus hijos puedan educarse en libertad y valores, sin imposiciones, dictados dictatoriales y consignas de «ciudadanía estatalista»...
O los parados. O los que no tienen para la hipoteca. O los millones de españolitos jubilatas y «minimileuristas» que pasan necesidad. Esos no es que «se dejen la piel», es que ya están en los purititos huesos...
Por tanto, los otros, los de los latisueldos, políticos, futbolistas, «intelectuales y artistas», titiriteros y similares progres que se despellejen sólos o unos a otros...
Y cuando se hayan «dejado la piel», se hayan despellejado, si quieren, que se despeloten.
Aunque sea «por exigencias del guión».
Luis J. Suárez Álvarez.