pintar un cuadro
Actualizado: Guardarn perro ladra (eso es costumbrismo). Los personajes se agrupan junto a la pared. La luz inunda el espacio: es una cola. Una cola de personas, en igualdad, varones y hembras, una aglomeración de colores, un conjunto de matices. Una ambulancia, una sirena, una situación límite baja la Cuesta de las Calesas; también un autobús, sobrepasa su publicidad Santa Elena: Cádiz, la ciudad que sonríe, nadie hace caso (serán elementos de otro cuadro, los borro). Retomo la escena principal, la luz armoniza demasiado los colores han de transmitir, han de sacar de su interior sugerencias, individualizarse, han de reflejar esperanza, picardía, ilusión, atonía, fortaleza, desconsuelo... algo, muchos algo, desasiendo la policromía, en los gestos, o tal vez una voz «¿Esto es pa Procasa?»; o un pensamiento, Esto es pa desesperarse. O un sonido, un escape libre, un motorista con cresta (por eso no lleva casco) que para junto a la cola y habla con uno, «Yo ya la eché el otro día». Vale, pero para la moto, que hay otras voces, «¿Qué es el importe neto?», «Yo no lo he puesto, ahora lo pregunto», «Pa rellenar esto hay que tener el bachiller», «O la carrera», y gestos: alguien mira por encima del hombro la solicitud de otro, ese otro la tapa, el mirón suelta a la luz «Ni que fueran oposiciones, pisha» (... que te crees tú que no). Un prejubilao que pasea saluda a uno «¿Te van a buscar un piso?», «Me van a buscar la ruina, aquí mismo me voy a pegar un tiro...» Los franceses están ahí al lado, en los bloques de pisos flotantes que vienen del mar, las murallas son de 1808, hoy es 3 de mayo... pero es metafórico (espero), no son Los fusilamientos de la Moncloa... Aunque no deja de ser la pintura de una tragedia, Las 6.297 solicitudes de Procasa. El perro que ladraba ha hecho caca, uno que sale de la oficina la pisa (mira la solicitud: «Voy a tener suerte...»).