ANDALUCÍA

Tiempo de cónclaves

A más de dos meses de su periodo congresual, en el PSOE andaluz comienza a preocupar las divisiones en algunas provincias y las incógnitas sobre Chaves

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CUANDO se le pregunta a Luis Pizarro, secretario de Organización del PSOE-A, por la situación tensa que viven algunas ejecutivas provinciales del PSOE en este periodo precongresual, responde: «Nadie nos va a cambiar, somos así, pero al final todo saldrá bien, porque somos un partido muy cohesionado».Otra cuestión bien distinta es intentar que el 'número dos' explique qué significa que todo va a salir bien.

A dos meses de su proceso congresual, el PSOE andaluz no oculta, no obstante, cierta preocupación por las divisiones internas en algunas provincias, como Sevilla o Málaga, y las incógnitas levantadas en torno a la continuidad de Chaves.

A los socialistas andaluces apenas les ha dado tiempo saborear las mieles del triunfo en las pasadas elecciones autonómicas del 9 de marzo. Ahora le toca el turno a los comicios internos y eso, en un partido que en 2012 llevará 30 años en el poder en Andalucía, son palabras mayores.

Por primera vez en 14 años, Manuel Chaves no aparece como aspirante fijo a la secretaría general. El número uno de los socialistas andaluces arrojó el pasado miércoles un poco de luz a este túnel de incertidumbre, aunque fue parco en entusiasmo. «Estoy disponible, siempre que mi partido quiera tirar de mí», indicó. Una frase que ya ha dado para múltiples interpretaciones, sobre todo en lo que a su aparente falta de entusiasmo se refiere.

Pizarro tampoco quiere pronunciarse, dejando claro que se trata de una decisión personal del propio Chaves. El secretario de Organización no esconde sus preferencias por el actual líder de los socialistas andaluces.

Siempre Sevilla

Pero julio será un mes 'caliente' para el PSOE en las ocho provincias, que deberán renovar sus estructuras provinciales.

Sevilla será, como en años anteriores, todo un laberinto, con más de una salida, y ninguna de ellas fácil. Esta provincia, además de ser el principal granero de votos para el PSOE nacional y autonómico, es la agrupación que más delegados andaluces aporta al congreso federal y, lo que es más determinante, al regional. Concretamente, uno de cada cuatro representantes que levanten su mano el 12 de julio en el Palacio de Congresos de Granada será sevillano.

José Antonio Viera, secretario general del PSOE de Sevilla, lucha contra tres corrientes críticas para revalidar su cargo. Una de ellas, impulsada por el alcalde de la capital hispalense, Alfredo Sánchez Monteseirín. El primer edil hizo pública el pasado lunes una carta en la que anunciaba que no optaría a la secretaria general, pero reclamaba a Viera que hiciese lo mismo. Estas palabras de Monteseirín no han gustado mucho a la dirección regional.

Excepción

En Jaén, Gaspar Zarrías seguirá compaginando su condición de responsable de los socialistas jiennenses con las de miembro del Gobierno andaluz, en esta ocasión como vicepresidente. «Yo no dejo el cargo por iniciativa mía ni escoltado por la Guardia Civil», comentaba bromeando Zarrías. El vicepresidente primero de la Junta afirma que sólo abandonaría el cargo si se lo piden los militantes y dirigentes de la agrupación de su provincia.

Martín Soler sabe que, al aceptar el cargo de consejero de Agricultura, sus días en la secretaria general del PSOE en Almería están contados. La única excepción sobre esta dualidad es la ya referida de Gaspar Zarrías.

En Málaga, las cosas tampoco pintan bien para Marisa Bustinduy. Más allá de la valoración sobre los resultados en las elecciones municipales o autonómicas, la fusión de todos los sectores críticos en uno le puede hacer mella.

Caso contrario es el de Francisco Álvarez de la Chica y Francisco González Cabañas, máximos responsables de los socialistas granadinos y gaditanos. La voz de sus rivales internos es muy tenue aún y tendrán un congreso más o menos tranquilo.

Tampoco habrá novedades en Huelva con Javier Barrero, ni en Córdoba con José A. Ruiz.

Calma en el PP

Por otro lado, el Partido Popular de Andalucía también afronta su propio periodo congresual. El liderazgo de Javier Arenas se antoja incontestable.

El actual presidente de los populares andaluces ya ha anunciado su intención de dedicarse exclusivamente a la política andaluza y, salvo sorpresa mayúscula en el congreso que el PP nacional celebrará en junio en Valencia, Arenas revalidará su condición de número uno del PP andaluz. Precisamente la posibilidad de «tormenta» en Valencia ha condicionado en cierta medida la convocatoria del resto de las citas internas.

Harina de otro costal serán las elecciones en cada una de las ocho provincias. Será difícil que concurran más de una lista, pero el trabajo previo será duro en varias provincias, sobre todo del litoral.