ESPAÑA

Zaplana abandona la política y se incorpora a Telefónica como alto ejecutivo

«Es lo mejor para mí y para el partido», asegura el ex ministro, reconvertido ahora en delegado para Europa de la compañía que dirige César Alierta

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Eduardo Zaplana abrió este martes «una nueva etapa» en su vida, entregó su acta de diputado y se despidió de la política para incorporarse como alto ejecutivo a la compañía Telefónica, en la que será su delegado para Europa. Con esta decisión, el que fuera portavoz parlamentario del PP en la pasada legislatura cerró también un capítulo en la vida del partido opositor, embarcado en una nueva renovación de equipos que está llevando a cabo Mariano Rajoy.

«Es lo mejor para mí y para el partido» confesó Zaplana en el momento de la despedida, consciente de que desde hace tiempo es un obstáculo para los planes de su jefe de filas. Con el ex portavoz, queda atrás la política de oposición de los últimos cuatro años, identificada con la crispación y, sobre todo, la teoría de la conspiración sobre el 11-M.

«He trabajado, he sido leal y nadie puede decir que yo le haya fallado», declaró Zaplana tras hacer un breve resumen de su dilatada carrera política, en el que no eludió mencionar la difícil situación que tuvo que afrontar en los últimos cuatro años al frente de la oposición.

Apuntó en su haber la unidad interna del grupo parlamentario y el crecimiento electoral del partido en la convocatoria del pasado 9 marzo, hasta el punto de considerar que desempeñó su trabajo «francamente bien». El evidente divorcio que lo separó del presidente de su partido en el tramo final de la legislatura ya le había conducido, sin embargo, a preparar su despedida en caso de que el PP no lograra recuperar el poder en las elecciones y Rajoy permaneciera al frente del partido.

Primer paso

Inmediatamente después de las elecciones y antes de que se arrancara el período de sesiones parlamentarias, el pasado 13 de marzo Zaplana dio el primer paso hacia el abandono definitivo y anunció su decisión de dejar la política activa. Lo hizo en un encuentro con periodistas a los que únicamente les comunicó que pasaría a una segunda fila. Pero entonces ya tenía decidida su salida.

Con la cúpula de Telefónica, donde cuenta con amigos importantes como César Alierta y Javier de Paz, negoció un nuevo destino, la delegación de la compañía para Europa, un cargo que le permite entrar en el comité de dirección de la compañía de telecomunicación, que hasta ahora buscaba para ese tipo de cometidos a expertos profesionales del sector. Zaplana será además consejero de las filiales Telefónica O2 Europa y Telefónica O2 Chequia.

El dirigente popular incluso escogió la fecha para anunciar su cambio de vida: el día en que su sucesora Soraya Sáenz de Santamaría repartía cargos y tareas en el seno del grupo parlamentario, en el que sus otrora seguidores quedaron relegados.

En declaraciones a los medios de comunicación en el Congreso, el presidente del PP aseguró que Zaplana ha sido un «extraordinario» portavoz y explicó que le ha ofrecido seguir colaborando con el partido desde su nuevo destino. «Creo que lo ha hecho muy bien y ahora espero que siga colaborando con nosotros en la medida que le sea posible con esta responsabilidad que él mismo ha elegido», afirmó.

Rajoy comunicó la noticia a los diputados durante su intervención al principio de la reunión que ayer mantuvo el grupo parlamentario, a la que Zaplana ya no asistió. Les dijo que Zaplana le había comunicado su marcha esa misma mañana a través de una llamada telefónica y tuvo que buscar en sus apuntes el nuevo cargo que ocupará el político saliente en Telefónica.

Aplausos protocolarios

Le agradeció los servicios prestados estos cuatro años y escuchó los aplausos protocolarios del grupo. Una de las más estrechas colaboradoras de Zaplana, la diputada Ana Torme, que fue portavoz adjunta del grupo en la pasada legislatura, tomó la palabra en el plenario para anunciar que había rechazado el cargo de cuarta fila que se le había ofrecido. No es la única en la misma situación, pero sí la primera que demostró abiertamente que la paz interna dista mucho de la realidad que le toca vivir al PP en estos momentos.

La nueva portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció a sus diputados en la reunión plenaria a la que ya no asistió su predecesor en el cargo, el reparto de tareas para la legislatura. Los zaplanistas fueron castigados y relegados a puestos de tercer nivel mientras emergía un nuevo equipo dominante de la mano de la joven dirección.

Cuando apenas queda un mes para la celebración del congreso nacional, ya no quedan cabos sueltos que le impidan construir una nueva cúpula del partido a su imagen y semejanza. Con el propio Rajoy, sólo queda un vestigio del anterior régimen aznarista: el secretario general, Ángel Acebes, que permanece en el cargo aunque ejerce ya sólo de puertas adentro, volcado en los preparativos de la cita congresual del 20 de junio.