Duelo entre mafiosos al borde del mar
Diego Luna y Carlos Bardem ruedan en Zahara una de las escenas clave del nuevo filme de Agustín Díaz Yanes
Actualizado: GuardarCarlos Bardem -hermano del oscarizado Javier Bardem-, y el mexicano Diego Luna protagonizaron ayer la segunda jornada de rodaje de la última película del afamado director Agustín Díaz Yanes, Sólo quiero caminar, la continuación de su opera prima, Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, película con la que en 1995 consiguió el Premio Especial del Jurado y la Concha de Plata a la mejor actriz para Victoria Abril en el prestigioso Festival de Cine de San Sebastián.
Enclavado en lo alto de una loma con vistas a la Playa de Atlanterra se alza el suntuoso chalé que sirve estos días de escenario para la filmación de las últimas escenas (las primeras en el filme) de la nueva cinta del responsable de anteriores éxitos como Alatriste o Sin noticias de Dios. En esta película de chicas duras que buscan venganza, Tano -como llaman al cineasta sus compañeros- devuelve a Victoria Abril el grandísimo papel de la prostituta Gloria Duque en Nadie hablará..., uno de los más reconocidos de su carrera. Junto a ella, comparten plano otras femmes fatales como Elena Anaya, Pilar López de Ayala o Ariadna Gil, que ya participaran con el cineasta en su anterior trabajo.
Abril, la chica Tarantino, como ella misma se define, aún no ha aparecido por el set de rodaje, pero se la espera para finales de esta semana, al igual que a Gil. No obstante, ayer sí que estuvieron presentes Anaya y López de Ayala al igual que sus compañeros masculinos, Carlos Bardem y Diego Luna, que también ejerce de productor en el filme.
Ambos actores encarnan papeles de duros mafiosos en esta historia no exenta de violencia, igual que ocurría en su precuela. Ayer concretamente, los intérpretes, junto a otros secundarios caracterizados también de hampones, rodaron algunas tomas en los interiores del chalé, algunas de ellas relativas a una de las escenas cruciales de la película, en la que Gabriel, el personaje de Luna, debe dar muerte a uno de los personajes secundarios. Así, pudo verse al joven actor y productor mexicano en un descanso de la grabación portando una falsa pistola, el arma usada en la ficción. De la misma manera, hicieron su aparición estelar por los alrededores del escenario, Carlos Bardem, el propio director y un variopinto elenco de secundarios y figurantes.
Entre toma y toma, los protagonistas no dudaron en acercarse a las mesas del cátering para tomar un pequeño bocado o beber un poco de agua o café. Mientras, los técnicos y operarios se afanaban en trasladar el equipo de lado a lado, según las exigencias del guión. Cuando finalice el rodaje en esta localización, el equipo de la película trasladará el set a Los Caños de Meca y después a Algeciras.