EE UU contribuyó con datos sobre los piratas

La colaboración estadounidense no se quedó ahí. El Ejército también ofreció aprovisionamiento a los medios aéreos y marítimos que España desplegó en la zona como parte de la operación. Ambas cuestiones fueron destacadas ayer por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y por el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Ambos valoraron tanto la contribución estadounidense como el apoyo francés -que alojó a un avión de reconocimiento español en su base de Yibouti- durante esta semana. La aportación del Gobierno de Somalia, un país fragmentado y sin apenas base institucional, también tuvo un papel «decisivo», según la diplomacia española, sobre todo en la tarea de contactar con los intermediarios de los piratas.

En esta tarea de interlocución protagonizó un papel relevante el embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto, que se desplazó a Mogadiscio, la capital somalí, quizá una de las ciudades más peligrosas del planeta, donde la semana anterior a su llegada se habían contabilizado más de cien muertos por la continua guerra de clanes. Ayer se supo que el diplomático español estuvo escoltado no sólo por cuatro agentes de operaciones especiales, sino también por soldados ugandeses de la misión de la Unión Africana en el cuerno de África. El embajador, que ayer recibió las felicitaciones de los responsables de la diplomacia española, estuvo alojado en una tienda de campaña en la base de la misión ugandesa durante los días que permaneció en Mogadiscio.

Fuentes diplomáticas subrayaron que los momentos «más tensos» se vivieron en la mañana del sábado, cuando las informaciones sobre la posible liberación de los tripulantes eran «contradictorias».