DEFENSA. Arzu roba un balón a Matías Fernández. / EFE
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Un golazo de Senna consolida la segunda posición del Villarreal

El Betis dominó con autoridad y no dejó de insistir en busca del empate Diego López, con sus intervenciones, fue el mejor de los castellonenses

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Senna, con un golazo desde medio campo, se encargó de fastidiar en Sevilla la fiesta que estaba preparada por el Real Madrid y aplazar el alirón blanco al menos hasta Pamplona. El centrocampista hispano-brasileño firmó un disparo con efecto desde 50 metros que se coló por la escuadra de la portería del Betis y que sirvió también para consolidar al Villarreal en la segunda plaza que lleva directamente a la Champions. El Betis, que aún no tiene asegurada la permanencia, lo dio todo para intentar impedir la victoria del Villarreal, pero le faltó remate y chocó contra Diego López, que tuvo demasiado trabajo ante la insistencia de los verdiblancos.

Fue un choque en el que aparte de Senna, los porteros fueron los grandes protagonistas, porque igual que el Betis tuvo innumerables ocasiones para marcar, antes y después del 0-1, el Villarreal también pudo dejar sentenciado el choque si no hubiese sido por Casto. El portero del Betis le hizo dos paradones a Nihat, que fue una flecha en el ataque de un Villarreal que sorprendió en principio por su velocidad y ambición -sólo en el primer tiempo- en el campo del Betis, que sufrió ante cada ofensiva visitante. Senna, Nitah y Rossi crearon excesivo peligro para un equipo sevillano que no pudo capaz de imponerse por su falta de puntería.

Xisco, muy desafortunado, y José Mari, fallaron demasiadas oportunidades, y Diego López también tuvo trabajo, porque el Villarreal, sin nada que perder, lejos de encerrarse y dedicarse a defender, jugó sin ningún temor. Y mucho más después al verse por delante en el marcador, después de haberse visto superado en el primer cuarto de hora por un Betis liderado con acierto por Juande en el medio campo. Sin embargo, al Betis le faltó lo más importante frente a un rival que sabe tocar, atacar y llevar el ritmo que le conviene. Frente a los verdiblancos apostó por la rapidez y la verticalidad, aunque sólo le saliese bien por el envenenado disparo de Senna que acabó en la red y por la falta de puntería de los delanteros béticos.