Violencia perpetua
Actualizado: Guardara escalofriante denuncia de las autoridades de la ONU de cómo los grupos insurgentes de Irak están reclutando a niños para participar en atentados y otros actos de violencia sitúa al país en el mapa de los conflictos en los que permanecen alistados entre 300.000 y 500.000 menores, no sólo obligados a sufrir los estragos de la guerra, sino forzados a contribuir a la misma. La posibilidad de que algunos de los pequeños soldados reciba compensación económica demuestra lo fácil que es ganarse la voluntad de quienes suman a su indefensión las penurias derivadas de una supervivencia en peligro. El recurso a los niños, que difícilmente pueden cuestionar el destrozo que provoca la violencia, permite a sus reclutadores asegurarse un apoyo incondicionado y sembrar el germen del odio que constituye el carburante imprescindible para la perpetuación de la guerra. Para la perpetuación de quienes no tienen intención por ahora de renunciar a ella.