TRES MIL AÑOS Y UN DÍA

Primero de mayo, con más parados en Cádiz

La provincia de Cádiz celebrará el Primero de Mayo, Día Internacional de la Clase Trabajadora, con una nueva subida del paro: durante el último trimestre, se registraron 4.600 desempleados más, sobre todo en el sector de la construcción, que elevan hasta 98.700 personas el censo de los gaditanos sin curro. Así que nada tiene de extraño que haya nerviosismo, por ejemplo, entre los ex trabajadores de Delphi sobre su propio futuro laboral y la parsimonia hasta cierto punto lógica con que se lleva a cabo el proceso de instalación de las empresas que debieran absorber a su antigua plantilla. Si se tiene en cuenta que por mucho que inviertan los gobiernos, en una desaceleración económica cada vez más acelerada como la que padecemos, resulta cada vez más difícil consolidar empleo real.

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Existen agravantes y atenuantes en similares cotas de desempleo ya computadas en el pasado. Entre los primeros, que la economía sumergida parece haberse felizmente adelgazado en sectores como el del contrabando o el del narcotráfico que, en su día, asumieron parte del excedente laboral de la provincia. Entre los segundos, que el Estado, a través de sus distintas representaciones, ha consolidado redes de apoyo y subsidio que alivian el impacto del paro en la patria chica de aquel Ignacio Espeleta que le soltaría a Federico García Lorca aquello tan recurrente de «¿Trabajar yo? ¿Si yo soy de Cádiz!».

Menudo regalo envenenado para el jerezano Antonio Fernández, reelegido como consejero de Empleo: el único que ha podido salvar Cádiz, en la última remodelación del ejecutivo de Chaves, en el que Sergio Moreno puede al menos repetir como viceconsejero de Turismo y Luis García Garrido calentará banquillo en el Senado por designación directa del PSOE entre los del cupo que le corresponden en la Cámara Alta. El periodo electoral y el inexplicable estiaje administrativo que comporta tampoco ha ayudado a apaciguar los ánimos entre los veteranos de la guerra de Delphi y aunque los cursos de formación todavía se imparten, muchos temen el día después.

Pero el aliento de la crisis no sólo se deja notar sobre la nuca de las industrias de la Bahía de Cádiz o del sector de la construcción, en espera de la política de obras públicas que el Gobierno ha prometido y que en esta zona cabe desear que se multiplique al pairo de la conmemoración del 2012. Este asunto marca la vida cotidiana de sectores concretos, a menudo tan locales que en muchas ocasiones no merecen titulares de prensa: el mordisco que las deslocalizaciones ha dado al sector de la piel en Ubrique, por ejemplo, la falta de transformación local de la industria del corcho en la provincia del Parque de los Alcornocales o la alarmante situación de la pesca que, en el caso de Barbate, denunció José Luis Tirado en el documental Donde hay patrón, tampoco añaden demasiada luz sobre el futuro de segmentos tradicionales en una provincia donde el I+D+I constituyen a menudo siglas indescifrables para el común del vecindario.

Los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, preparan las movilizaciones provinciales del primero de mayo, bajo el mismo lema que en el resto del Estado: «Por la igualdad, el empleo y un salario digno». Claro que en el manifiesto final, podrán oírse otras reivindicaciones, como las del descenso de la temporalidad y la siniestralidad y el aumento de la formación. Las peculiares características de la provincia gaditana conllevará que no exista una gran manifestación unitaria, como ocurriese el pasado año precisamente en apoyo a Delphi, sino que se planteen también acciones territoriales: en el Campo de Gibraltar, por ejemplo, ambas centrales intentarán caldear el ambiente para evitar el progresivo descenso en el número de manifestantes que se ha ido notando en los últimos tiempos, una espiral que por cierto no sólo afecta a dicho territorio sino que se extiende a otras zonas, algo que debiera que dar que pensar a las centrales mayoritarias, cuando otras siglas como CGT, SOC, USO y sindicatos independientes se están abriendo paso en sectores impensables.

Más allá de los sindicatos, otras organizaciones gaditanas se sumarán a las plataformas reivindicativas del movimiento obrero. Así, en Conil, el colectivo social "El Zaguán" ha promovido una marcha local contra la precariedad laboral, que partirá el 1 de mayo de la Torre Guzmán. Entre sus objetivos, pretenden «mostrar a los trabajadores y trabajadoras que existen otros caminos alternativos a la frustración, la resignación, el abatimiento y la pasividad».

«Que aún podemos solucionar la actual situación de precariedad laboral y su precaria situación economico-social y cuya resolución no pasa por el sendero pernicioso de un capitalismo enfermo y nos deshumaniza. Un sistema político, social, económico, cultural y moral que nos convierte en esclavos de otras personas detentadoras de la riqueza y los medios de producción y de sus ideas enfermizas que intentan inculcarnos mediante una educación manipulada, mediante el control absoluto de los mass media, mediante el bombardeo constante publicitario2, reclaman.

Lo que resulta curioso es que entre sus acciones previstas incluyan una sesión de «gimnasia revolucionaria nocturna».