CONTROL. De Guzmán y Gudjohnsen luchan por el balón. / EFE
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El Deportivo aprovecha la debilidad de un ausente Barcelona para ganar

Los coruñeses se impusieron con mucha comodidad al conjunto azulgrana El portuense Pinto debutó en el once inicial que planteó Frank Rijkaard

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El Deportivo prosiguió con su excelente racha de la segunda vuelta de la Liga derrotando con suma facilidad a un Barça que renunció al partido desde el inicio. Dos tantos de los locales en la segunda mitad evidenciaron que los azulgrana tenían la cabeza en el compromiso del próximo martes ante el Manchester United.

Una voluntad esbozada por el propio Frank Rijkaard. Tras dejar en casa a Messi, Xavi y Eto'o, propiciaba el debut azulgrana de Pinto. Su estreno como portero del Barça rayó el suspenso. Inició su periplo por el partido ante los gallegos con un mal rechace a disparo de Lafita y después protagonizó una mala salida que a punto estuvo de costarle un disgusto. Su siguiente acción de cierta entidad contó con el beneplácito de un lamentable Delgado Ferreiro, incapaz de ver una clara falta de Pablo Amo en el área pequeña, propiciando un remate de Xisco al larguero.

Ante el tedio general del partido, el colegiado vasco se llevó la palma de la desfachatez con decisiones inexplicables al impedir que los médicos azulgrana atendiesen a Touré Yayá o permitiendo que el juego continuase con Giovani tumbado en el suelo tras recibir un fuerte golpe de Aouate al filo del descanso.

La primera parte había transcurrido con parsimonia. El Barça conservaba la posesión pero sin profundidad. Tan sólo la movilidad de Bojan le sacaba del letargo. Un disparo lejano del catalán que pilló adelantado a Aouate y una asistencia de Henry que no supo resolver con celeridad resumieron todo el bagaje ofensivo azulgrana de ese acto.

El Deportivo mantenía una actitud expectante. Su bagaje atacante también era muy pobre. Un par de internadas de Lafita y nada más.

Dejadez azulgrana

De esa guisa transcurría un partido soporífero. Con el Barça pensando en Manchester, el Deportivo tuvo bastante con un pequeño empujón para sonrojar el pasotismo azulgrana. Una buena maniobra de Lafita permitida por Puyol le servía a Juan Rodríguez para batir a Pinto con mucha comodidad ante la dejadez de Márquez.

Rijkaard había apostado por Europa pasando de luchar por la segunda plaza de la Liga. Sus cambios seguían evidenciando ese pensamiento.

Toda una temporada jugada en el partido de Manchester y una posible final en Moscú. Ni la entrada de Deco iba a variar la tónica de ausencia total de los azulgrana. Otro error de marcaje de Márquez propiciaba el segundo tanto local, obra de Pablo Amo en un cómodo remate de cabeza.

El Deportivo de la Coruña cerraba su undécima victoria de la segunda vuelta soñando con acercarse a la zona que da acceso a la próxima edición de la Copa de la UEFA ante un Barça que, cumplido el trámite de forma penosa, se apresta a vivir el duelo de Manchester con todo el arsenal a disposición de Rijkaard.