Libertad con cargos para ocho de los agresores de los bomberos en Écija
La juez los acusa de un delito contra la autoridad, desórdenes públicos y daños
Actualizado: GuardarLa titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Écija (Sevilla) ha dejado en libertad con cargos y sin fianza a ocho de los 15 detenidos por los altercados registrados en la localidad el pasado domingo, cuando un grupo de exaltados atacó a los bomberos del municipio al considerar que habían tardado demasiado en acudir a sofocar un incendio en el que fallecieron seis personas. El resto de los detenidos fueron puestos en libertad por la Policía Nacional el mismo viernes tras tomarles declaración en comisaría.
Fuentes judiciales explicaron que la juez los acusa de un delito contra la autoridad -los bomberos lo son cuando desarrollan su trabajo-, desórdenes públicos y daños. Como medida cautelar, todos los acusados, hombres y mayores de edad -alguno cuenta con antecedentes policiales por tráfico de drogas, amenazas y coacciones y delitos contra la propiedad- tendrán que comparecer ante el juzgado los días 1 y 15 de cada mes hasta que se celebre el juicio.
¿Retraso fatal?
Los detenidos pasaron la noche en el calabozo de la policía tras ser arrestados a lo largo de la jornada del viernes en una operación policial que comenzó sobre las siete de la mañana. En total, fueron arrestados quince vecinos de la barriada de Las Moreras -lugar donde se registró el incendio-, aunque dos de ellos se entregaron de forma voluntaria al conocer que estaban siendo buscados.
Las declaraciones fueron muy rápidas y se desarrollaron entre las 10 y las 12 horas del mediodía, sin que, mientras, se registraran incidentes en el exterior del edificio judicial, hasta el que acudieron algunos vecinos que pretendían entrar, aunque desistieron a petición de los agentes policiales. Los arrestos se produjeron a las pocas horas de que fueran enterrados los cinco miembros de una misma familia y el novio de una de las hijas, que pasaba el fin de semana con ella, víctimas del incendio registrado en el interior de su vivienda el pasado domingo. Los vecinos denunciaron que los bomberos se habían demorado entre 30 y 45 minutos en llegar al lugar de los hechos, por lo que -explicaron- la familia no tuvo ninguna oportunidad de salvarse. Por este motivo -según su versión-, tras increparles, trataron de lincharles subiéndose al vehículo del servicio de extinción y rompiendo los cristales con piedras e incluso con la cabeza.
La investigación posterior ha indicado que los bomberos tardaron en llegar cinco minutos y que las víctimas murieron en realidad pocos minutos después de prenderse el fuego por una estufa y a causa del monóxido de carbono del humo.
Fueron los propios agentes que trataron de contener el altercado, en un principio de forma llamativamente parsimoniosa, los que han identificado a los implicados. La operación policial para detener a los implicados se desarrolló en un ambiente más tranquilo, aunque un agente de la policía resultó herido leve cuando una mujer, madre y esposa de tres de los detenidos, forcejeó con él al ir a detenerlos. La mujer tuvo que ser atendida en un centro sanitario al sufrir un ataque de ansiedad.