MAMEN GARCÍA ACTRIZ

«Los diálogos ya no son tan agresivos»

La actriz valenciana, Brígida en 'Escenas de matrimonio', cree que «los españoles tenemos buen humor»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cesáreo Estébanez y Mamen García son la última incorporación de Escenas de matrimonio, la tira cómica de Telecinco que se alterna con Camera café. Interpretan a Cesáreo y Brígida, los tíos del portero de la finca, dos maduros que se refugian en la pequeña portería de su sobrino ante los malos tiempos. En paro y tiesos en lo económico, son, sin embargo, la pareja mejor avenida entre las grescas matrimoniales del popular espacio de ficción.

Actriz, cantante y compositora, la valenciana Mamen García combina sus apariciones en la pequeña pantalla con un espectáculo propio, Poliforma Moliporfa'. Conoce bien la televisión, medio en el que debutó con el magazín Si yo fuera presidente, que presentó el desaparecido Fernando García Tola, y ha intervenido en diferentes programas de Canal Nou. Sobre Escenas de matrimonio, que mantiene todavía aceptable audiencia aunque sin los altos índices de meses pasados, la actriz considera que ha bajado el tono de la violencia verbal en las peleas domésticas, de mayor intensidad en los tiempos de Pepa y Avelino, hoy pareja en La familia Mata de Antena 3.

-Son un matrimonio que no tienen dónde caerse muertos y están en el paro. ¿Reflejan una realidad?

-En la ficción se extreman las circunstancias, pero yo creo que en la realidad sí se dan estos casos. Estamos en un momento muy crucial de la economía, hay gente que está muy ahogada y tiene que buscar recursos de donde sea. Espero que no haya muchos prejubilados en paro, trabajadores que antes de cumplir los 60 tienen que buscar trabajo. La gente anda apretada, y no sólo los jóvenes.

-¿Había visto la serie antes de empezar a trabajar en ella?

-Sí. Al principio la veía excesivamente cañera, sobre todo con Pepa y Avelino, y ahora hay diálogos más próximos, aunque se sigue dando caña. Cada pareja es un mundo. Los jóvenes reflejan bien la realidad, pero no sé hasta qué punto los otros protagonistas de mediana edad sintonizan con la calle.

-La serie sigue mostrando una gran violencia verbal.

-Sí. Lo comentamos muchas veces. No es el caso de nuestra pareja, que es más afectiva. Esa agresividad de los diálogos está muy teatralizada en plan de caricatura, no corresponden a la realidad. Pero ese tono excesivo ha amainado. No obstante, una señora me dijo por la calle que su marido no se lo perdía porque era la vida misma. Las discusiones ocurren en todas las clases sociales.

-La serie tiene su público, e incluso lo ven los niños.

-Sí, pero afortunadamente se ha matizado esa carga de violencia de la que hablábamos.

Espectáculo propio

-Usted trabajó en la televisión de otro tiempo. ¿Cómo cree que ha cambiado el medio?

-En la época de Si yo fuera presidente sólo había dos cadenas. Ahora la competencia es tan feroz que hay que medir lo que se puede emitir o no y establecer criterios.

-¿Ha dejado el teatro?

-No. Tengo un proyecto para finales de año, que deberé ajustar con la televisión. Seguiré con mi espectáculo propio por distintas ciudades.

-Su registro como actriz es, sobre todo, cómico.

-Sí, estoy más cercana a la comedia. Yo creo que es más difícil hacer reír que llorar, pero cada actor debe saber dónde puede encajar mejor. Además mi carácter no es pesimista ni catastrofista, siempre veo que hay una manera de solucionar las cosas.

-¿En España hay buen humor?

-Hay muy buen humor, pero también creo que hay malo a veces. Hemos tenido crispación en los últimos años y en la política se hace mucho espectáculo. Esperemos que las malas formas queden arrinconadas.