MILENIO

Regresos

JULIO Anguita vuelve a la política, aunque el personaje no ha precisado si para gestionar o para analizar. Lo más torero sería lo segundo, porque para lo primero hasta el mismísimo Botín, cuyo carácter de empresario, por cierto, aparece descrito en una reciente sentencia judicial, le cedería desinteresadamente a algún delfín de su colegio cardenalicio bancario.

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Llevaba el prócer cordobés como una década apartado de la cosa pública, tragándose sapos y culebras y refugiándose en la lectura de los clásicos más despreciados por la Curia romana, para resistir, cuando ha gritado ¿basta! y ahí lo tenemos. Habrá que estar pendiente del ex alcalde Córdoba.

Y está bien que algunos pesos pesados del ayer reciente vuelvan con sus mangas remangadas y deseosos de llamar por su nombre a la cosas. Como el gran Manuel Fraga, al día de hoy la cabeza más lúcida del conservadurismo político español. Dos días atrás, por cierto, le envío a la incorregible Esperancita una advertencia rotunda: «Cállate ya». Como el rey Juan Carlos en Chile cuando llamó a callar al mastuerzo del coronel Chávez, presidente de los sufridos venezolanos.

La irrupción de Anguita en el duermevela político nacional se dejará notar más temprano que tarde. Por cierto, nada sabemos de aquella tarea de análisis que le encargó años atrás la dirección comunista para que 'revisara', desde la perspectiva contemporánea, el texto de 'El capital'. Delicado encargo, por cierto, pues a la luz de la actualidad el mitificado e incorrupto texto puede sugerir cualquier sentimiento o estado de ánimo de profunda decepción. Es como si a san Agustín le interpelasen actualmente por la lujuria fuera del matrimonio cristiano.

En fin, que entre Fraga y Anguita no es descartable que el doble regreso ponga orden en las salas de bandera de populares y comunistas. Porque llevábamos un camino inquietante al comprobar cada día como una señora como Esperancita Aguirre se iba convirtiendo sin prisas y sin pausas en una líder destacadísima de la política nacional. Y tampoco era eso.