DE ZORRILLA A LA MAREA

Un Gobierno andaluz un poco casposo

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Chaves ha dado pocas sorpresas con su nuevo gabinete y, aunque ha intentado seguir la línea Zapatero en lo que se refiere a tener mayoría de mujeres en su Gobierno, lo cierto es que la cúpula es bastante gris -por el pelo, el que tiene- y masculina. Ha tenido que sacrificar a Cádiz, que pierde dos consejero suplentes -García Garrido y Sergio Moreno- en beneficio de Sevilla y Zarrías. Quizás es el peaje que hay que pagar por tener una ministra de Cádiz. ¡Viva la renovación! Esa de la que tanto hablaba el PSOE hace años y que todavía no sé qué significa.

PARA QUÉ SIRVE EL PROGRAMA GADIR

Con la mosca detrás de la oreja. Alguien de Diputación debería aclarar para qué sirve el programa Gadir y si actualmente se utiliza o no en el Servicio de Recaudación. Me explico. Se han creado cinco plazas de técnicos -las nueve primeras puntuaciones las han conseguido precisamente personas que ya trabajan en este servicio- para gestionar este programa de cuya programación se encargó -después de haber conseguido un contrato importante, se supone que a través de una oferta pública, como debe ser en las instituciones públicas-, la empresa Inrave, que lleva cuatro años vinculada a Diputación. Que yo sepa, hasta el momento -es sólo una suposición- el programa Gadir no se ha puesto en marcha y actualmente el que utiliza el Servicio de Recaudación es el Sigre, cuyo mantenimiento corresponde a Epicsa.



CON GUSTO

Tertulia Gastronómica Viña-Bahía. Se reunieron esta semana en el Casino Gaditano, en uno de sus encuentros gastronómicos. En esta ocasión entregaban un premio al restaurante La Catedral, a su propietario Pepe Bote y una medalla a su cocinero, Juan Manuel Damián. La tertulia, que preside Joaquín Abreu, se reúne desde hace más de dos décadas en torno a una buena mesa. A lo largo del año puntúan el vino, los precios, el servicio y la calidad del restaurante que visitan y luego conceden un premio. Tienen dos encuentros ineludibles, el del homenaje al atún, en junio, y una zambombá en Jerez durante la Navidad. A la cita en el Casino faltaron pocos. Allí estuvieron Rafael Lazcano, Juan Payá, Juan Miguel Pascual, José María de la Haza, Rafael Bautista, Juan Ruiz, Javier Pardo, Alejandro Delgado Lallemand, Manolo Bermúdez, José Bote, Javier Bote, Juan Manuel Damián, Joaquín Abreu, Diego Blanco y Francisco Bilbeny.

PABLO GROSSO

La envidia es muy mala. Andan rumores por ahí de que a Pablo Grosso las cosas no le van bien y ya empiezan las malas lenguas a criticar que «si se le veía venir...», «que tantos negocios no se pueden llevar adelante...» y un sinfín de despropósitos que vienen a corroborar aquello que dicen de que la envidia es muy mala. Está visto que aquí cuando un joven empresario gaditano -de Cádiz, Cádiz- se atreve a invertir de su bolsillo, con el riesgo que ello conlleva, hay gente que sólo quiere ver lo malo, eso sí, con su dinero guardado a buen recaudo en el banco por si sale el negocio del siglo en otra ciudad que no es la suya e ir allí a dejarse los cuartos. Así nos va. Sólo hay que hacer un repaso a los negocios de la ciudad para ver qué pocos son los gaditanos que han apostado por Cádiz, con su dinero, y que es la gente de fuera la que cree de verdad en este rincón del sur y se atreve a invertir en él. Hay que recordar que el buque insignia de la gastronomía gaditana durante años, junto con El Faro -Gonzalo Córdoba sí que tuvo buen ojo gadita- era El Anteojo y su propietario un gallego muy querido en la ciudad como fue Pepiño. Y así, con el correr de los años, La Marea es de unos vascos, Las Flores de un gallego, Los Italianos de un descendiente de Italia, el Cádiz de un cordobés y hasta el Ayuntamiento está regido por una santanderina. Pero hay que criticar a un empresario que quiere dejar su dinero en Cádiz, en su ciudad. Desgraciadamente, somos nosotros mismos los que nos tiramos tierra encima. Y después, para echar la culpa a otros, nos quejamos en la barra de un bar, cantando una copla en Carnaval o donde se tercie. Tiene guasa. En Cádiz hay que... trabajar y arriesgar.

POR TODO LO ALTO

Boda del hijo de Quico Zamora. Una boda por todo lo alto, como se merece. Ayer había muchas cosas que celebrar en la familia Zamora y un acontecimiento especial. La boda de Carlos, el hijo de Quico -secretario del Colegio de Farmacia y autor de la música del coro La Orquesta Cádiz- y una joven granadina de nombre Carolina. Hace unos meses Quico recibió un riñón donado por su hermana, que le servía para vivir sin tener que estar atado a una máquina de diálisis. Ahora su hijo mayor se casaba y hasta Granada se trasladaron ayer los cerca de 500 invitados. No faltaron los tangos de su coro y los cuplés de la chirigota de Manolito Santander. Felicidades.