DEBATE. Francisco Piedras, en un acto de la UCA. / J. C. C.
FRANCISCO PIEDRAS TRAINING MANAGER DEL GRUPO SOL MELIÁ COSTA DE LA LUZ

«No es imprescindible ser cocinero antes que fraile, pero ayuda mucho»

El responsable de formación de la prestigiosa cadena hotelera explica que para ser directivo es necesario tener ciertas competencias, como la capacidad de escucha

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Francisco Piedras atesora un extenso curriculum en dirección de hoteles, desde los inicios de los años 80 hasta 1992, y una larga trayectoria en formación de directivos de empresas hoteleras. De vez en cuando, como quien no quiere la cosa, y «para tomar el pulso de la profesión» reflota algún hotel en apuros o se hace cargo de una apertura complicada. Trabaja para la cadena Sol Meliá pero sus consideraciones las hace desde su perspectiva personal, basada en una vida de dedicación al turismo.

-¿Cuál es la mayor laguna en formación que tiene el sector turístico?

-Las carencias formativas se encuentran en todos los sectores y a todos los niveles. Pero las enseñanzas deben ser de aplicación práctica en las empresas. En el sector turístico la mayor dificultad está en la formación de directivos.

-¿Por qué? ¿No se aprende a dirigir en ningún sitio?

-Las escuelas de hostelería cumplen muy bien sus funciones en los niveles más inferiores de la profesión pero para ser un buen directivo, del área que sea, se necesitan ciertas competencias genéricas y personales que no se adquieren con ninguna matrícula.

-¿Cuáles son esas aptitudes?

-La confianza en uno mismo, la comprensión interpersonal a través de una capacidad de escucha, la necesidad y habilidad para trabajar en equipo. Y, específicamente en turismo, es fundamental la filosofía de orientación hacia el cliente, porque es el que paga el sueldo al final de mes.

-¿Antes de ser fraile hay que ser cocinero o hay buenos teóricos dirigiendo hoteles?

-Más bien diría que antes de ser fraile es aconsejable ser cocinero, pero no imprescindible. Para ser director de hotel no es preciso haber pasado por todos los departamentos pero es muy conveniente. Aún así, hay buenos directores que no han pasado por todos.

-¿Detectó alguna necesidad formativa específica en la Costa de la Luz?

-Siempre que ido a Cádiz ha sido a instancias de la Universidad de Cádiz o de la Escuela de Hostelería de Jerez pero supongo que los problemas serán los mismos. Uno de ellos, la inserción de los centros formativos en la sociedad gaditana.

-¿En qué cojeamos más los españoles en cuanto a formación en el sector turístico?

-En idiomas. Somos bastante malos en otras lenguas, porque carecemos de formación básica. En lo demás, tenemos las mismas necesidades que en otros destinos.

-¿Qué opina de ese debate en el que los trabajadores dicen que no se les reconoce su valía en la zona y los empresarios afirman que no hay personal motivado para trabajar?

-Creo que ambas partes pierden la razón si no hacen nada para remediarlo. Un estudiante de turismo tiene que tener la necesidad de moverse, de conocer otros destinos, de abrir su mente, para aprender. Así que tener que irse a otro sitio a trabajar no debería ser un argumento para ellos pero, por otra parte, una mayor planta hotelera abre las posibilidades. En la falta de formación de los jóvenes profesionales también tenemos una cuota importante de responsabilidad los que ahora dirigimos las empresas porque deberíamos volcarnos en la enseñanza. Eso tenemos que hacerlo nosotros.