El valor de la experiencia
Pedro Solbes Mira, que repite como vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, cumplió el pasado marzo 40 años en la función pública. Ya había decidido su retirada cuando el presidente José Luis Rodríguez Zapatero le dijo que contaba con él para dirigir la economía si ganaba las elecciones.
Actualizado: Guardar«A un presidente no se le ponen condiciones», declaró Solbes a la prensa, pero al Jefe del Ejecutivo le dejó claro que estaba dispuesto a seguir siempre que desde el entorno de La Moncloa no se obstaculizar su labor, como ocurrió en repetidas ocasiones durante la pasada legislatura.
Tras el verano, la crisis financiera internacional provocó en España una desaceleración de la actividad mucho más rápida de lo previsto. El deseado «aterrizaje suave» adquirió visos de emergencia y el veterano dirigente económico consideró que no era el momento más adecuado para jubilarse.
Reproches
Ya en campaña, la experiencia acumulada le permitió enfrentarse con éxito en un debate televisado a Manuel Pizarro, flamante fichaje del PP que desde ese momento apenas levantó cabeza. Desde la oposición se le ha reprochado ocultar la importancia de las dificultades económicas hasta el día después de las elecciones, y mantener una pasividad que ha retrasado la puesta en marcha de las soluciones necesarias. Sectores empresariales, no obstante, han apreciado la continuidad del nuevo vicepresidente, porque creen útil su dilatada experiencia. Siempre se mostró dispuesto a permanecer en el cargo sólo hasta el último día de la anterior legislatura, y elude ahora contestar a quien le pregunta por el alcance de su nuevo compromiso. Hacer frente a la crisis económica es su primordial tarea. Si en el plazo de dos años la actividad repunta, bien podría ocurrir que pidiera el relevo para dedicarse a viajar como un simple turista, una de las aficiones que cultiva.
Casado con una funcionaria y padre de tres hijos, Pedro Solbes es licenciado en Políticas y Derecho y técnico comercial del Estado desde 1968. Y lo ha sido prácticamente todo en la administración de la economía española. La presidencia de la Comisión Mixta del Parlamento español para la UE y, sobre todo, el prestigio alcanzado en Europa, catapultaron a Solbes en 1999 al puesto de Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios. Se volcó entonces en la introducción del euro y la coordinación de las políticas económicas de los países de la zona. Pero no llegó a completar su mandato. Convocado por Zapatero para dirigir la economía en el primer Gobierno de la nueva etapa socialista, abandonó Bruselas en abril de 2004.
Influencia
El vicepresidente se encontró con un contrapoder, ya que el jefe de la oficina económica del Gobierno, Miguel Sebastián, defendió planes y adoptó iniciativas en abierta contradicción con sus posiciones. Aunque las tesis de Solbes se impusieron en casi todas las ocasiones, el desgaste personal fue importante. Apeado Sebastián del cargo, Pedro Solbes recuperó influencia. Después, la crisis le hizo necesario.