Dona Leon: «A veces, quiero ser invisible»
La misteriosa muerte de una niña gitana es el nuevo 'caso' que deberá resolver el comisario Brunetti, personaje creado por la 'signora' de la novela negra La autora inaugura en la Universidad de León el I Congreso Internacional de Ficción Criminal, Justicia y Castigo
Actualizado: GuardarAriana, una niña gitana de once años, aparece muerta en un canal de Venecia. Así arranca La chica de sus sueños (Seix Barral), última entrega de Donna Leon (New Jersey, 1942), una peculiar escritora de novela negra que nació en Estados Unidos, vive en Venecia desde hace 27 años y ha prohibido -mediante cláusula especial del contrato- que sus historias policíacas se traduzcan al italiano y se distribuyan en el país trasalpino. «Vivo en Venecia y allí quiero ser invisible», asegura la escritora, quien lamenta que a los gitanos -175.000 viven en Italia- se les trate con desconsideración. «La mayoría de los italianos son tolerantes de boquilla, está de moda ser políticamente correcto, pero de puertas adentro hablan mal de ellos, dicen que son una raza que no les gusta».
El comisario Guido Brunetti, protagonista de todas sus novelas -«si fuese de carne y hueso tendría una aventura con él»-, se enfrenta a un caso envuelto en desarraigos, malentendidos y prejuicios institucionales. «Lo que aparece en la prensa italiana sobre corrupción y mafia es sólo la punta del iceberg; si la gente supiese lo que hay debajo se quedaría de piedra; por ejemplo, la mafia ganó el último año 93 billones de euros, una bonita cifra, ¿no es cierto?». A pesar de esta crítica, admite que no todo pringa en aquel país. «Hay policías vocacionales, muchos y muy buenos, que realizan honestamente su trabajo».
No presenta Donna Leon una comunidad gitana idílica, sino más bien lo contrario. «Bastantes niños gitanos no van a la escuela porque a sus padres les da igual que vayan o no, y ante este panorama se dedican a robar», censura. «La Ley del menor prohíbe que los menores de 14 años vayan a la cárcel, de modo que los adultos les utilizan para actos delictivos; hay niños que han robado doce, catorce, veinte veces y ahora están en sus casas». Leon sostiene que el gitano puede tener la mano larga, pero no es violento. «En los últimos años sólo se conoce en Italia un caso de homicidio; un gitano mató a una mujer rumana que estaba casada con un carabinieri».
El comisario Brunetti intentará, en este nuevo episodio detectivesco, que los gitanos «sean vistos con normalidad, sin que nadie les prejuzgue», aseguró una autora que inaugurará en León, el próximo 16 de abril, el I Congreso Internacional de Ficción Criminal, Justicia y Castigo.
Cordiales
De los venecianos opina que son muy materialistas, «están todo el tiempo pensando en el dinero», pero a la vez «simpáticos y tolerantes». «A veces pienso que tienen que estar hartos de los turistas, de que les pregunten a todas horas cosas, pero no verás un mal gesto de un veneciano ante las preguntas de un turista con un plano en la mano», aseveró. «Son comerciantes y les gusta el trapicheo, lo han practicado durante siglos; esa combinación de amabilidad y amor al dinero lo llevan en la sangre, lo han cultivado desde que Venecia es Venecia».
Autora de 16 novelas, todas ellas traducidas a más de veinte idiomas (entre ellas el chino), Donna Leon ha recibido numerosos premios, entre ellos el prestigioso Suntory a la mejor novela de intriga. Se lo concedieron por Muerte en La Fenice, publicada en 1992.