El Racing Club consigue un punto de oro en un partido de infarto
El Real Jaén vapuleó al Portuense a lo largo de los primeros 45 minutos Los locales despertaron en el segundo tiempo y lograron un valioso empate
Actualizado: Guardar«Un primer tiempo para olvidar y una segunda parte parar recordar». De esta forma, resumió el entrenador del Racing Club Portuense, Carlos Orúe, el partido disputado entre su formación y el Real Jaén en el estadio José del Cuvillo. De hecho, el resultado se ajustó perfectamente a lo que había ocurrido durante el partido. Los primeros cuarenta y cinco minutos fueron exclusivamente del Real Jaén, que parecía haber multiplicado el número de jugadores sobre el terreno de juego.
Su superioridad era abrumadora y el Racing Club Portuense no jugaba ni a la contra ni al ataque. Simplemente, se limitaba a intentar contrarrestar los duros embites que Sutil y Arriaga realizaban por la banda derecha e izquierda.
Sin embargo, la defensa no puedo contrarrestar todos los ataques de la furia jienense. El Real Jaén había salido a ganar el encuentro y no estaba dispuesto a perdonar al contrario. En el minuto diez, el Real Jaén ya había realizado tres disparos entre los tres palos, que fueron salvados por la pericia del guardameta portuense, Wilfred, sin duda alguna el mejor jugador racinguista a lo largo de todo el partido.
En el minuto once, ocurrió lo que se veía venir desde que comenzó el encuentro. Un despiste de la zaga portuense permite al jugador del Real Jaén, Arriaga, hacerse con el esférico y batir la portería portuense. Lo peor de todo fue que el Racing Club seguía sin reaccionar. En cambio, su oponente jugaba como el mecanismo de un reloj, preciso y eficaz.
Una y otra vez, el oponente del Racing Club Portuense se hacía con todos los balones que venían por alto, contrarrestaban las subidas por la manga izquierda y convirtieron el medio campo local en el único terreno donde se jugaba al fúbol.
Y esta presión del equipo rival, se traducían en remates de cabeza y tiros entre los tres palos. El público comenzó a desesperarse y se escuchaban todo tipo de reproches contra el técnico. Y en cierto modo no les faltaba razón. A pesar de la necesidad de puntos que tiene el Racing Club para salir del pozo del descenso, el Portuense sigue jugando con un sólo hombre en punta, que se las veía y deseaba para franquear la defensa jienense, dada su inferioridad numérica.
Desde luego, no sabemos que le ocurrió al Racing Club durante el descanso, ni que pócima mágica proporcionaría Carlos Orúe a sus jugadores pero lo cierto es que el cuadro rojiblanco salió al campo con una actitud radicalmente opuesta.
Convirtió las dos bandas en amplios corredores por donde canalizar el juego sin que el rival pudiera hacer nada para contenerlo. Encerró al Real Jaén atrás durante todo el segundo tiempo y se dedicó a emplear tácticas de acoso y derribo. La presión sobre el rival fue pertinaz y en el minuto 77 vino la recompensa. Viyuela marcó un golazo a balón parado de los que marcan época, que hizo que toda la grada se pusiera en pie por el buen juego y tesón portuense en esos difíciles momentos. El Racing no paró pero ya quedaba poco tiempo. Además, el Real Jaén comenzó a asestar golpes a la contra. El pitido final marcó un justo resultado para ambos equipos.