DE COSECHA. Muestra de los mejillones que se capturan en el Estrecho.
Sociedad

Marisco con nombre propio

La empresa Mar de la Línea pretende crear la marca 'mejillón del Estrecho' para distinguir la calidad de este molusco que se cultiva con éxito en el Campo de Gibraltar

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El mejillón del Estrecho tiene ya sus características propias. Se trata de ejemplares más sabrosos, con mayor presencia de sal, en su carne. Practicamente no es necesario añadírsela tras su cocción para tomarlos. Los buenos resultados obtenidos por la empresa Mar de La Línea, participada por la andaluza Ubago, una de las conserveras más potentes de España, en la producción hacen que los dirigentes de la firma estén ultimando los estudios para dar a este producto un nombre propio, para distinguirlo del resto de mejillones del mercado. La idea es crear un distintivo de calidad bajo el nombre de «mejillón del Estrecho».

En el proyecto participan dos empresas, la gaditana Mar de La Línea, con sede en esta ciudad del Campo de Gibraltar y dedicada al cultivo en bateas de este marisco, por un método muy parecido al que se emplea en Galicia y la malagueña Depuradora de Moluscos de Málaga que se ocupa de depurar este marisco para su posterior distribución.

Actualmente, Mar de La Línea produce unas 600 toneladas anuales de mejillones. Practicamente la totalidad de la producción la comercializan los supermercados Mercadona en Andalucía que ya se han dado cuenta del potencial del producto. Jorge Ubago, gerente de Mar de La Línea, resalta que en la actualidad hay situadas en las costas cercanas a la localidad del Campo de Gibraltar un total de 10 bateas de madera de eucalipto, las que se utilizan tradicionalmente para el cultivo de este molusco y otra más, de experimentación, realizada con polietileno, un material plástico cuyas principales ventajas son la resistencia y la flexibilidad.

Cadena de producción

Ubago señala que esta batea, desarrollada en colaboración con El Centro Tecnológico de Acuicultura con sede en El Puerto, está aún en experimentación por lo que es pronto para pronunciarse sobre sus posibilidades. De todos modos la idea de la empresa es aumentar el número de bateas hasta las 40 unidades para así multiplicar la producción y poder abastecer al mercado.

El mejillón que se está cultivando en La Línea tiene unas características singulares propiciadas por las características de las aguas del Estrecho, en las que abunda el fitoplacton, pequeñísimas algas marinas de las que se alimentan estos moluscos, que no reciben ningún tipo de alimentación suplementaria.

El marisco que se está obteniendo tiene un sabor más sabroso, con mayor presencia de sal. Estos resultados de sabor han hecho que la empresa considere ya oportuno «distinguirlo» de otros productos existentes en el mercado y que así los consumidores, cuando lo vean en los mercados sepan lo que están comprando.

Jorge Ubago destaca que el marisco recibe continuos controles sanitarios tanto de la propia empresa como de técnicos de la Junta de Andalucía. La calidad de las aguas y el cuidado del proceso garantizan, incluso, que el marisco se pudiera comercializar directamente, sin necesidad de pasarlo por depuradora. Sin embargo, Mar de La Línea, para reforzar la idea de calidad, decidió que la producción, una vez que sale de sus instalaciones en el Campo de Gibraltar vaya a la depuradora de Málaga donde se somete a un proceso de depuración.

Desde 1999

Mar de Línea se creó en 1999 con la finalidad de producir mediante sistemas de acuicultura mejillones en el Campo de Gibraltar. Decidieron implantarse en esta zona por ser un área en la que opera habitualmente Ubago, que participa en la empresa, por las facilidades dadas por la Junta, que quiere potenciar este cultivo y también por la idoneidad de las aguas de la zona, templadas y con abundante fitoplacton, para la producción de este marisco.

En el año 2003 se obtiene la primera cosecha comercial. Todo el proceso se lleva a cabo en la zona, donde se recogen los mejillones milimétricos en unas zonas bautizadas con el nombre de colectores y luego, para facilitar su engorde, se sitúan en unas cuerdas de unos 12 metros que se sumergen en el agua sostenidas por las bateas. Las cuerdas están hechas de red de arrastre de nylon. El proceso de producción incluye dos fases. En una primera se engorda el producto hasta los 4 ó 5 centímetros y luego son pasados a otras cuerdas con mayor distancia entre ejemplares para que puedan alcanzar su tamaño de consumo, que alcanzan a los 10 ó 12 meses desde que comenzó el cultivo.

El proceso de cultivo permite ir recolectando el mejillón durante todo el año, aunque la máxima producción se da entre octubre y marzo. La idea de Mar de La Línea, que actualmente comercializa toda su producción en fresco, es aumentar las toneladas de marisco obtenido y a partir de ahí poder abordar otros proyectos y posibilidades. La empresa también estudia aumentar su producción a otras especies de marisco.