Economia

Iberdrola y Gas Natural presentarán al nuevo Gobierno un proyecto de fusión

ACS puede abandonar el accionariado de la eléctrica para concentrarse en Fenosa, donde daría entrada a la gala EDF Sánchez Galán se mantendría en la presidencia

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Iberdrola y Gas Natural están a la espera de la conformación definitiva del nuevo gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero para presentar al Ejecutivo un proyecto de fusión de la dos compañías, cuyos detalles financieros e industriales se negocian de forma intensa desde hace ya algunos días y que pretende convertirse en un freno definitivo al intento de la francesa EDF de asaltar el accionariado de la eléctrica española.

La operación cuenta ya con el respaldo «firme» del vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos -todavía en funciones-, Pedro Solbes, y permitiría crear una auténtica macro-compañía del sector energético, con una posición de liderazgo en tres de sus vectores claves -la generación eléctrica convencional, el incipiente mercado de las renovables y la distribución de gas natural-, al tiempo que contribuiría definitivamente a organizar un «accionariado estable» en una compañía y en un sector estratégico como este. «Aunque se conoce el respaldo de Solbes -apuntaron ayer fuentes conocedoras de la operación- es necesario esperar a conocer la estructura definitiva del gabinete de Zapatero, saber qué sucede con el área de Energía e incluso quién ocupa la oficina económica de Moncloa, para hacer una presentación formal del proyecto al Gobierno».

Negociación en marcha

La operación, aclaran, tiene aún numerosos detalles financieros e industriales sobre los que se está trabajando. En estos momentos, Iberdrola vale en Bolsa casi cinco veces más que Gas Natural, por lo que no se descarta que Repsol entre también en liza, no sólo como accionista de referencia sino también aportando algunos activos. El objetivo último es diseñar un modelo que permita hablar de «acuerdo de fusión» y no de «absorción» de Gas Natural por parte de Iberdrola.

En lo que sí existe un consenso muy avanzado, apuntan las mismas fuentes, es en los grandes rasgos de la fotografía final del proceso. Entre ellos, el hecho de que La Caixa, accionista de referencia de Gas Natural, pasaría a ser también el inversor líder en la futura composición del accionariado resultante de la nueva compañía. Tampoco hay discusiones sobre la dirección ejecutiva de la nueva empresa. El mantenimiento en la presidencia de Ignacio Sánchez Galán, con plenos poderes, añaden, está garantizado.

Una de las claves de este proyecto, al parecer, es la de dar una salida airosa a ACS -controla en torno al 13% de las acciones de Iberdrola-, cuyo presidente, Florentino Pérez, ha sido el principal instigador de los movimientos accionariales. La operación también pasa por otra salida de similar calibre para EDF, con el objetivo de no dañar las buenas relaciones que mantienen los gobiernos francés y español y también el compromiso asumido personalmente por Zapatero ante el presidente Sarkozy, de facilitar la entrada de la eléctrica gala en el mercado español.

En ese diseño final sobre el que ya se trabaja, ACS vendería su participación en Iberdrola -previsiblemente a Gas Natural y con carácter previo a la fusión-, lo que le permitiría obtener importantes plusvalías.

Para caminar hacia el 'cierre del círculo', ACS debería vender también una parte de sus acciones de Fenosa -la eléctrica gallega de la que es socio mayoritario- a EDF o bien 'ceder el paso' a la eléctrica gala en una ampliación de capital. Y, para completar definitivamente la fotografía, el Gobierno estaría dispuesto a favorecer que sea Fenosa, ya con EDF dentro, quien adquiera los importantes activos de generación y distribución de los que se tendrían que desprender Iberdrola y Gas Natural, para evitar una excesiva concentración de mercado.

La hipótesis de fusión de Iberdrola y Gas Natural no es un escenario nuevo, ya que los intentos de «matrimonio» han sido varios, aunque hasta ahora todos fracasados.