ENTRENAMIENTO. Henry controla el balón ante Touré. / EFE
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El Barcelona se agarra a Europa para justificar su irregular temporada

Frank Rijkaard se juega su futuro ante el Schalke 04 en los cuartos de final

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Revivir o claudicar es la tesitura que marca la vuelta del Barça a la Liga de Campeones. Su eliminatoria de los cuartos de final ante el Schalke, que arranca este martes en tierras alemanas, se atisba como la gran prueba para dictaminar cual será el futuro más inmediato de Frank Rijkaard .

El Barça afronta el envite ante las 60.000 gargantas alemanas que abarrotaron el Veltins Arena con el ánimo resquebrajado tras su ridícula segunda mitad del pasado sábado. El león azulgrana está malherido, a la espera de un milagro que le saque del estado de inapetencia futbolística en el que está inmerso.

Todos se la están jugando. Desde Laporta hasta Rijkaard . Desde Txiki hasta el último integrante de una plantilla donde hay muchos jugadores que ya tienen una cruz puesta encima de su cabeza. Hoy deberán aparecer las últimas dosis de testosterona de un equipo capaz de comerse a su rival para después caer en picado y mostrar todas sus miserias.

Esa fragilidad convierte la eliminatoria ante el Schalke en una incógnita. Márquez y Milito protagonizan las únicas notas positivas de la convocatoria azulgrana. Deco y Ronaldinho siguen apartados del grupo con misteriosas molestias que no tienen fecha de caducidad mientras algunos de sus compañeros, como Eto'o o Puyol, son capaces de arriesgar para saltar al ruedo.

Otros tienen peor suerte. Leo Messi volverá a ser el gran ausente. Desde su lesión ante el Celtic de Glasgow en la vuelta de los octavos de final de la competición europea, el Barça ha entrada en barrena. Él era el auténtico líder del grupo.

Así que el duelo ante el Schalke se plantea con un mayúsculo interrogante. Si el Barça es capaz de conservar un mínimo de regularidad no debería tener problemas para eliminar al conjunto alemán, cuya mayor virtud es el principal defecto defensivo de los azulgrana.

El Schalke, tercero en la Bundesliga, es un poderoso conjunto en las acciones a pelota parada. Su poderío físico, ya que puede alinear a un once con una media de altura de 1,85 metros, podría ser decisivo si el Barça no exhibe un buen control de sus oponentes.