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Jerez, una guerra fraticida
El circuito jerezano enciende la rivalidad entre los pilotos nacionales después de que Lorenzo criticara a Pedrosa por no felicitarle tras correr en Qatar
Actualizado: GuardarComienza la mejor carrera del año. La que se celebra dentro y fuera de la pista. La que reúne a ciento treinta mil espectadores en las gradas y a trescientos cincuenta mil más en la concentración externa. Es el Gran Premio de España. Es Jerez.
Medio millón de personas al albor de las dos ruedas. Aficionados de este deporte que no se ciñen al papanatismo de animar a los pilotos nacionales. Son sabios del motociclismo y disfrutan con Rossi, con Stoner, con los campeones que les levantan de las gradas gracias a un adelantamiento sensacional. Al final, de todos modos, están obligados a jalear a sus compatriotas. Porque todo piloto español que se precie se debe confirmar en Jerez.
Así, este año, el circuito gaditano se convierte en la sede de la gran batalla fratricida de la categoría reina, MotoGP. Pedrosa y Lorenzo luchan por el número uno de Stoner. Y un calco en los 250 cc., con otro duelo a tres bandas en el que Debón y Barberá pretenden conseguir el liderato de Bautista en la fábrica Aprilia. Y para rematar el interés y el morbo, un Gadea que no afronta una pelea entre hermanos, sino en el fuero interno del equipo Aspar: desea quitar a Talmacsi del trono en 125. Es la guerra española en todas las categorías.
Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa no se han gustado nunca y el renacimiento de su duelo directo, ahora en MotoGP como el que ya vivieron en 250, tuvo en Qatar el primer capítulo de divergencias. Jorge criticó a Dani por no felicitarle al conseguir el segundo puesto en su estreno al más alto nivel. El mismo que Pedrosa obtuvo cuando debutó en 2006. «Yo le habría felicitado», decía Lorenzo en el circuito arábigo. Ambos son los favoritos en el Gran Premio de España. Una condición que reconoce Stoner. «Jerez nunca se me dio bien -concreta el campeón-, siempre hemos tenido problemas, aunque este año esperamos ser más competitivos. Los que corren en casa estarán muy motivados».
El trazado andaluz es uno de los cuatro en los que el año pasado no ascendió al podio. La Ducati y los Bridgestone sufren con el calor abrasador del asfalto. Hasta ahora no han encontrado soluciones. El número uno juega a ser víctima. Este invierno rodó muy bien en este circuito. Es probable que tenga el neumático adecuado y esconda la carta.
Cuidado con Rossi
El otro rival del dueto español será Rossi. Jerez, Montmeló y Mugello son «mi casa» para el italiano. Los sitios donde más veces ha ganado. Valentino, a sus 29 años, necesita un golpe de efecto para responder a la osadía de los cuatro jóvenes que le afeitaron en Qatar: Stoner, Jorge, Dani y Dovizioso, un compatriota. El colmo.
«Cuidado con Valentino, intentará resarcirse», corrobora Lorenzo, que regresa a «un circuito muy especial para mí». El mallorquín debutó ante el mundo en esta carrera, en los entrenamientos sabatinos del 5 de mayo de 2002, cuando cumplió los quince años obligatorios. Es la sede de sus sueños, que hizo realidad con las victorias de 2006 y 2007, en 250. Ahora intentará establecer una plusmarca: vencer en el segundo gran premio de su debut en MotoGP. Pedrosa será su principal enemigo.
Sensacional será el combate entre Bautista, Debón y Barberá por el reinado en la segunda división. Pasini llega a Jerez como líder, una victoria cosechada gracias al fallo mecánico que sufrió Debón, que afectó también a Barberá. Alex acabó cuarto, Héctor fue segundo y Bautista, el elegido por la escudería Aprilia, finalizó en sexta posición por el infortunio de montar un neumático trasero con defecto de fábrica, tras haberse escapado hacia el éxito.
Jornada de gloria la que puede vivir Gadea en la categoría de 125. El valenciano apeló a la épica y se encaramó al liderato del Mundial después de sufrir una subluxación de clavícula. Le dijeron que se marchara a casa, se negó y conquistó un éxito apoteósico. El duelo fratricida, en la cilindrada pequeña, se centra en los hombres de los equipos de un español, Aspar.