Valiosa tenacidad

a resolución de las circunstancias en que se produjo la trágica muerte de la niña Mari Luz Cortés tras su presunto secuestro y asesinato en Huelva puede estar próxima a raíz de la detención de Santiago D. V. G. como principal sospechoso. La tenacidad en el proceso de investigación de un caso que amenazaba con provocar una frustración similar a la vivida con otras desapariciones de menores aún sin resolver ha despertado la expectativa de aclarar los hechos y consumar la acción de la Justicia reclamada por los padres y el conjunto de la sociedad. Pero de la misma forma que la paciencia ha permitido reunir indicios suficientes para apuntar al supuesto culpable, es más necesario que nunca que esa calma se mantenga ahora, como pidió el propio padre de la víctima, tanto para preservar el derecho a la presunción de inocencia como para garantizar la eficacia de la respuesta judicial.