DETENIDO. Imagen cedida por Canal Sur emitida el 9-10-2001. / EFE
ANDALUCÍA

Abusó de su hija y acusó a un profesor de ello

Del Valle se matriculó en un curso de adultos en el mismo colegio de Mari Luz, del que fue expulsado por acercarse mucho a las niñas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las imágenes de televisión son difíciles de asimilar, sobre todo tras su detención como presunto responsable de la pequeña Mari Luz Cortés. La historia comienza en 1999, cuando Santiago del Valle -que este año cumplirá 53 años- escribe una carta a la televisión autonómica andaluza denunciando que un profesor de gimnasia había abusado sexualmente de su hija -casi de la misma edad que Mari Luz- . Un equipo de Canal Sur se desplazó a la dirección que aparecía en el remite de la misiva. Las señas eran de una casa del barrio de Las Tres Mil Viviendas de Sevilla. Santiago del Valle, acompañado de su esposa, cuenta los detalles del caso ante las cámaras y, en un momento, dice: «Yo le voy a pedir diez millones de pesetas al profesor, porque el dinero es lo que más duele y a nosotros nos duele mucho nuestra hija». A los pocos segundos añade: «Y si diez le parece poco, pues le pido quince».

La reclamación chirría, porque en nada parece importarle que se haga justicia contra el hombre que ha violado a su hija. Este caso da un giro de 180 grados cuando los investigadores, apoyados en pruebas forenses exculpan al profesor. Y lo más grave, señala a Santiago como el pederasta y a su mujer, como encubridora.

Juicio

La Junta de Andalucía reacciona y le quita la custodia de la niña y de su hermano, de un año. Tuvieron un tercer hijo, pero lo atropelló mortalmente un camión -recibieron 20 millones de pesetas de indemnización-.

Lo esperpéntico es que este individuo, durante el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Sevilla en 2002, vuelve a declarar a un equipo de Canal Sur: «Si yo fuera abusar de alguien, abusaría de un mayor de edad al que no conociera de nada». Mira a su esposa, que también le acompaña en los juzgados, y completa: «Pero vamos, que yo tengo a mi mujer, que ella y yo nos abusamos el uno del otro».

La defensa presenta ante el tribunal sendos informes forenses que desvelan que Santiago padece esquizofrenia y su esposa, cierto grado de retraso mental. En vez de prisión, le solicitan cuatro años de internamiento en un centro psiquiátrico para él, y uno para ella, pese a la gravedad de los delitos: abusos a una menor -a su mujer, en grado de encubrimiento- y falsificación de documentos -por denuncia incierta-.

Orden de alejamiento

Santiago estaba al día de las nuevas tecnologías. De hecho, tiene una orden de alejamiento de una menor de Gijón, con la que chateaba por Internet.

La misma noche que desapareció Mari Luz, Santiago y su mujer huyeron de Huelva ante la presión de los vecinos y de la familia Cortés, que siempre lo consideraron como principal sospechoso, sobre todo por sus antecedentes. El propio padre de Mari Luz contó ayer que Santiago tuvo la osadía de inscribirse, antes del suceso, en el mismo colegio de Mari Luz para asistir a clases de adultos y, según Juan José Cortés, fue expulsado por acercarse demasiado a las niñas.

La policía detuvo a Santiago y a su mujer el 15 de enero en Granada. Los agentes no pudieron encontrar entonces pruebas determinantes y el arrestado negó en todo momento su implicación. No obstante, según informó ayer mismo López Garzón, delegado del Gobierno en Andalucía, los investigadores nunca abandonaron esta pista. De hecho, la policía registró en dos ocasiones la casa de los Del Valle en el barrio del Torrejón de Huelva, así como otros domicilios de familiares en Sevilla y Granada.

Del Valle, en su primera declaración, insiste en que fue un accidente. El secreto del sumario impide conocer si esta teoría contrasta con las pruebas forenses recogidas en las dos autopsias, una encargada por la familia Cortés.