Opinion

Llamar a la paz

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

l llamamiento expreso del Papa a israelíes y palestinos para que frenen «la espiral de muerte y destrucción» que ha vuelto a colapsar cualquier expectativa de paz en Oriente Medio constituye un gesto necesario para que ambas partes vuelvan a sentirse concernidas por la presión de la comunidad internacional. Sin embargo, apelaciones como la de Benedicto XVI o la que se espera de la UE ponen de manifiesto la impotencia de esa misma comunidad internacional para impedir que cada nueva tentativa de paz acabe anegada en un baño de sangre y de exaltación de la violencia recíproca. En este sentido, la decisión del Ejecutivo hebreo de autorizar la construcción de 750 viviendas más en los asentamientos de Cisjordania no hace sino echar gasolina a un conflicto recrudecido en las últimas semanas y que parece alejarse, por enésima vez, de la solución prevista con fecha límite para final de año.