COMPARECENCIA. María Teresa Fernández de la Vega, ayer. / EFE
ESPAÑA

El PSOE duplica sus autonomías y el PP bate su record en Madrid

Los socialistas repiten en Andalucía, Cataluña, Aragón y Extremadura, y suman País Vasco, Canarias, Baleares y Asturias

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Las elecciones se vencen en función de las circunscripciones ganadas, de su tamaño -y, por lo tanto, de su aporte de escaños al Parlamento español- y de la capacidad de los candidatos para acortar márgenes en aquellas regiones que les son desfavorables. Pues bien, los tres factores se combinaron ayer para que el PSOE revalidara su triunfo electoral de 2004, y lo hiciera además por una diferencia superior a la cita de hace cuatro años.

Los socialistas volvieron a tener su mejor baza en las cuatro comunidades donde ya triunfaron en los comicios anteriores: mantuvieron la primacía en Andalucía (por una apabullante relación de 36-25 respecto al PP), Aragón, Cataluña y Extremadura (por poco en este caso), cuatro territorios-granero que se reparten en total 131 escaños. Pero además agregaron otras tres: País Vasco, donde alcanzaron una victoria histórica, Asturias y Canarias, en la que, a diferencia de 2004, sumaron las dos circunscripciones isleñas, Santa Cruz de Tenerife y las Palmas de Gran Canaria. Este último caso se reveló sintomático de la victoria socialista, cuya segunda clave hay que buscarla en el axioma de que un grano no hace nada, pero grano a grano se hace granero.

Las urnas de Vizcaya, Guipúzcoa, Baleares, Las Palmas, Zaragoza, Gerona o Tarragona, por mencionar los casos más destacados, fueron destilando en la jornada de ayer los votos necesarios para que los socialistas aumentaran su representación en un escaño por circunscripción ayudando al cómputo final. Curiosamente, el mismo efecto que permitió a los populares su amplia victoria en 2000 después de haber arañado votos en un alto número de provincias.

Bipartidismo

A la vista de los resultados, el bipartidismo denunciado de forma reiterada durante la campaña por las fuerzas minoritarias se ha revelado, al final, muy influyente. En primer lugar, ni el PSOE ni el PP pierden fuelle, no así Izquierda Unida, que queda sumida en la debacle. En segundo lugar, la mejor cosecha de votos del partido de Zapatero coincide con la peor de ERC y del PNV.

Finalmente, tampoco conviene obviar un dato complejo de producirse en unos comicios generales: al 75% de los votos escrutados, nada menos que 18 provincias españolas arrojaban anoche un empate técnico entre socialistas y populares, una situación extraña y muy lejana a la de hace ahora cuatro años, cuando los límites aparecían mucho más nítidos PSOE conquistó entonces 21 provincias frente a las 29 del PP) en el mapa electoral.

El ejemplo más contundente de esta igualdad estuvo en Baleares, que cambió de color en varias ocasiones a lo largo del escrutinio y donde las diferencias apenas las marcaron 400 votos.

Fuera de los números, la primera lectura posible es el ascenso del PSOE y, sobre todo, su consolidación en las autonomías que ganó en 2004, una aparente confirmación de que sus simpatizantes han aprobado la gestión del gabinete dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero, ahuyentado de paso el miedo del PSOE a que hubiera un castigo a sus políticas antiterrorista o económica. Es necesario recordar que Extremadura, feudo de la izquierda, ya dio la espalda a los socialistas en 2000 y prefirió el programa del entonces presidente Aznar.

Ayer también demostró que no se casa con nadie. El PSOE ganó en votos, pero el PP lo igualó en número de diputados.

De los resultados se desprende que el grupo liderado por Mariano Rajoy mantiene el dominio en sus territorios tradicionales, como Ávila, Cantabria, Valencia, Palencia, Valladolid, Zamora, Ceuta, Melilla o Murcia, donde logró el 61% del voto y obtuvo su mejor resultado en el país.

Pero, en especial, los populares batieron registros en Madrid, donde lograron el segundo mejor resultado de su historia y contabilizaron 18 escaños, mientras los socialistas redujeron su representación a quince.

Cataluña

Respecto a la situación en que quedan los nacionalistas, los republicanos sufrieron en Cataluña una de las caídas más espectaculares de la jornada electoral: ERC pasó de 8 a 3 diputados y pierde su grupo parlamentario. Coalición Canaria también padeció en sus filas los efectos de la bipolarización de la campaña y bajó de tres a dos diputados. Dos formaciones nacionalistas de Aragón y País Vasco se quedaron sin escaños en Madrid: la Chunta Aragonesista y Eusko Alkartasuna perdieron su único representante en el Congreso. En el País Vasco el PNV cedió por encima de los 119.000 votos y un diputado de los siete que tenía.

En Navarra y Galicia los resultados electorales para los nacionalistas se repitieron respecto a los comicios de 2004. Nafarroa Bai mantiene así su diputado, y en Galicia, el Bloque Nacionalista Galego conserva sus dos escaños.