Tregua forzada

os gestos de reconciliación que se prodigaron los presidentes de Colombia, Ecuador y Venezuela en la cumbre de urgencia convocada en la República Dominicana suponen una tregua en el peligroso enfrentamiento que se estaba larvando en el corazón de Latinoamérica. El tiempo determinará si los saludos y abrazos entre Uribe, Correa y Chávez suponen una reconducción real de las tensas relaciones entre los tres países, situadas al borde de una crisis sin precedentes tras la incursión de Colombia en suelo ecuatoriano en una operación contra las FARC y las acusaciones lanzadas por el Gobierno de Bogotá contra sus vecinos por su supuesto amparo a la guerrilla. Constituye un pésimo precedente que la división regional haya desembocado en un conflicto diplomático cuyas graves consecuencias hubieran conferido un censurable poder desestabilizador a las FARC, repercutiendo en los equilibrios de todo el área.