Economia

El BCE se vuelca en la lucha contra la inflación y se aleja de la línea de la Fed

El declive del dólar frente al euro se acentuó tras la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de mantener los tipos de interés para luchar contra la inflación en vez de recortarlas en beneficio del crecimiento, una estrategia que le diferencia cada vez más de la Reserva Federal norteamericana (Fed).

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El BCE ha mantenido en el 4% el precio de referencia del dinero en los últimos diez meses para cumplir con su objetivo de combatir la subida del IPC.

La institución dejó claro que la inflación, que se elevó en enero y febrero a un 3,2% interanual -su mayor nivel desde la creación del euro en 1999- sigue siendo su principal enemiga. El BCE también revisó al alza las previsiones del IPC para este año y el próximo, para dejarlas en el 2,9% y el 2,1%, respectivamente, y no estaría dispuesto a recortar los tipos hasta que los precios bajen, creen los analistas. Ambas cifras superan el objetivo de inflación del BCE, que consiste en una tasa por debajo del 2%.

Si bien el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, señaló que los cimientos económicos de la eurozona permanecen «sólidos», admitió que el crecimiento está decayendo y revisó a la baja sus previsiones de alza del PIB para 2008 y 2009 hasta el 1,7% y 1,8% respectivamente.

La inflación se nutre del aumento de los precios del petróleo y los alimentos. Al BCE le viene bien un euro fuerte que compense en parte las elevadas cotizaciones de las materias primas, que se venden en dólares.

«El alza actual de los precios de las materias primas, incluidos los alimentos, que resulta en particular de una oferta inferior a la mayor demanda de los mercados emergentes, nos recuerda que la globalización también puede implicar riesgos para la inflación mundial», se justificaba Trichet el pasado viernes.

La bajada de tipos

«Es evidente que el BCE quiere aplazar un primer recorte de los tipos para compensar la inflación provocada por las materias primas a través de una apreciación en el tipo de cambio», estimó Sylvain Broyer, analista de Natixis. Pero la apuesta del BCE es arriesgada porque los efectos apaciguadores del euro fuerte sobre la inflación «no compensan las pérdidas que implica en las transacciones exteriores por la pérdida de competitividad de las exportaciones», añadió Broyer, que estima que la institución recortará en junio los tipos. En cambio, Holger Sandte, analista de WestLB, estimó que el banco central no rebajará los tipos a no ser que el crecimiento decaiga de manera brutal.