Colombia y Ecuador pactan en la OEA una salida a la crisis bilateral

Colombia y Ecuador han llegado a un acuerdo dentro del marco del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) por el cual el organismo interamericano no condenará a Colombia, como exigía Ecuador, por la incursión militar colombiana en su territorio en contra de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) del pasado fin de semana y que ha generado un grave conflicto diplomático.

Sin embargo, Bogotá ha reiterado en el acuerdo sus disculpas a Quito y ha aceptado la creación de una misión de la OEA que se trasladará a ambos países para estudiar los hechos, pero que no será ni una comisión de verificación ni de investigación, sino de análisis.

En esa misión de análisis, que estará presidida por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza y los embajadores de Panamá y Brasil, se tratará de demostrar la presencia de las FARC en territorio de Ecuador desde Colombia , según informa la prensa local. También se ha acordado la celebración de una reunión para el próximo 17 de marzo en la que se presentarán los resultados del análisis al pleno de ministros de Asuntos Exteriores del organismo.

Tras catorce horas de negociación, el Consejo Permanente de la OEA ha aprobado por unanimidad la resolución acordada por Ecuador y Colombia sobre el conflicto que les enfrenta y que establece que el Gobierno colombiano violó la soberanía e integridad territorial ecuatorianas. La canciller de Ecuador, María Isabel Salvador, así como el embajador de Colombia ante la OEA, Camilo Ospina, se mostraron satisfechos por el consenso alcanzado, que fue aplaudido por los 34 países miembros.

Discrepacias con la Comisión de Investigación

El acuerdo ha sido posible después de las discrepancias vividas ayer en la reunión urgente de su Consejo Permanente convocada por la OEA, por lo que tuvo que anularse la reunión ante la incapacidad de llegar a un acuerdo sobre una resolución que ayude en la crisis entre Ecuador y Colombia.

Uno de los escollos de las negociaciones fue el tipo de comisión que se creará para abordar la crisis que se originó el sábado pasado con la incursión colombiana. Ecuador solicitaba que fuera una misión de "investigación" y Colombia abogaba por una de "exploración" de alternativas políticas, pues consideró que ya ha admitido los hechos y no hace falta verificarlos "in situ".

Otro punto de discrepancias ha sido la fecha de la celebración de la reunión extraordinaria de cancilleres, que ambos países han acordado convocar con la participación de los miembros de la OEA. Ecuador votaba por convocalara a más tardar el 11 de marzo, y Colombia y varios otros países, como Panamá, Costa Rica, apostaron por el día 25 para dar tiempo a la comisión a elaborar un informe y recomendaciones. Los países intentaron encontrar una solución intermedia, que podría ser el 17 de marzo.

Posiciones enfrentadas

Las posiciones de los 34 países miembros de la OEA estuvieron muy divididas y encontradas a la hora de negociar una resolución consensuada. La mayoría de los países miembros de la OEA destacaron ayer la "violación" de Colombia al territorio y la soberanía de Ecuador, pero otros, entre ellos EEUU, se opusieron a reflejar esta postura en la resolución.

Brasil, Argentina, Bolivia, Nicaragua y Venezuela mantuvieron posturas duras contra la actuación de Colombia, mientras que Panamá, Uruguay, El Salvador y Guatemala, si bien se han pronunciado en contra de la incursión colombiana en Ecuador, emplearon un tono más suave. EEUU fue el único país en defender plenamente a Colombia, mientras que Canadá y Bahamas optaron por una postura neutral.

La canciller de Ecuador, María Isabel Salvador, calificó la actuación de Colombia de "acción deliberada" que atenta contra "la soberanía" y ante la que una disculpa diplomática "no será suficiente". Por su parte, el embajador colombiano ante la OEA, Camilo Ospina, reiteró a Ecuador las disculpas de su país por el incidente, mientras el embajador de Venezuela, Jorge Valero, arremetió contra Colombia y aseguró que "no podemos permitir que la lucha contra el terrorismo sea un pretexto para practicar terrorismo de Estado y genocidio".