IMPLACABLE. 'Alí el Químico', durante su juicio en Bagdad. / AP
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El Gobierno iraquí confirma la pena de muerte al despiadado 'Alí el Químico'

El presidente Talabani, antiguo líder kurdo que sufrió sus atrocidades, ratifica la ejecución del cómplice de Sadam

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El Consejo Presidencial iraquí autorizó ayer la ejecución de Alí Hassan, más conocido como 'Alí el Químico', por el asesinato indiscriminado de miles de kurdos a finales de los ochenta. El órgano ejecutivo del país árabe, formado por el presidente Yalal Talabani y sus dos viceministros, aprobó la sentencia de muerte para el primo de Sadam Hussein, pero rechazó confirmar la pena capital para el que fuera jefe de la Guardia Republicana, Hussein Rachid al-Tikriti, y el ex ministro de Defensa, el sultán Hashem Ahmed. En estos dos últimos casos, el consejo iraquí entiende que sólo cumplían órdenes de sus superiores.

'Alí el Químico' fue condenado a la pena de muerte en junio del pasado año por el Tribunal Superior de Justicia de Irak. Los magistrados responsabilizaron en su fallo a Hassam, primo de Sadam Hussein, de la operación 'Al-Anfal', una terrible campaña militar que acabó con la vida de 180.000 kurdos. En esta ofensiva, desarrollada entre 1987 y 1988 en plena guerra entre Bagdad y Teherán, se utilizaron por primera vez gases tóxicos contra la población civil, lo que le valió el sobrenombre de 'Alí el Químico' al poderoso y despiadado Alí Hassan.

Aunque nadie dudaba que el Consejo Presidencial iba a respaldar la pena capital para el primo de Sadam, lo cierto es que la decisión se ha demorado más de lo esperado. Al parecer, los analistas iraquíes atribuyen el retraso a que Talabani y sus colaboradores no veían clara la ejecución de los otros dos condenados a la horca. De hecho, ayer se confirmaron las sospechas con la resolución sobre los ex responsables de Defensa y la Guardia Republicana. En el caso de 'Alí el Químico', la legislación del país árabe establece que el fallo deberá cumplirse en treinta días.

Si no hay modificaciones de última hora, la ejecución del responsable de la operación 'Al Anfal' cerrará el ajusticiamiento de la cúpula del régimen de Sadam. El primero en morir fue el propio presidente del país árabe, ejecutado a finales de 2006. Poco después perecieron en la horca otros tres mandatarios de la tiranía, entre ellos el hermanastro de Sadam.

Alí Hassan fue siempre uno de los grandes puntales del régimen iraquí. Nacido en Tikrit, al igual que su primo, fue su mano derecha durante la implacable persecución de los kurdos. 'El Químico' dirigió la campaña 'Al-Anfal', ideada por el régimen para castigar a los kurdos por su supuesto apoyo a Irán en la guerra entre ambos países. En aquellos años, uno de los grandes enemigos del régimen era Talabani, actual presidente iraquí. De hecho, Sadam condenó varias veces a muerte al actual mandatario, pero jamás consiguió atraparle.

Gobernador de Kuwait

'Alí el Químico', un auténtico virrey durante la ofensiva contra los kurdos, llegó a aniquilar a 5.000 personas en un sólo día. Fue en Halabja, una zona cercana a la frontera iraní en la que el primo de Sadam empleó gases venenosos. Sus 'logros' no sólo le valieron los aplausos del tirano, sino que además le promocionó en el régimen nombrándole ministro de Defensa. Durante la ocupación de Kuwait, incluso le fue asignada la administración de la 'decimonovena provincia iraquí', tal y como la consideraba Sadam.

Tras la intervención internacional y su posterior salida del país, 'el Químico' asumió el Ministerio del Interior, en el que volvió a destacar por su infinita crueldad. En 1996, no dudó en matar a dos sobrinos, casados con dos hijas de Sadam, por intentar desertar del país. Un año después, el tirano le puso al frente de los servicios secretos y del partido gubernamental Baas en varias zonas del país, donde simbolizó como nadie la represión ejercida por el régimen.

Poco antes de la invasión de Estados Unidos en 2003, 'Alí el Químico' concentró buena parte de los poderes de su primo y dirigió las operaciones del Ejército en el sur del país. El 'rey de picas' de la baraja utilizada por el Pentágono para designar a los enemigos más buscados fue detenido en agosto, pese a que muchos le habían dado por muerto durante los bombardeos de Basora.