Mil vecinos exigen la legalización de sus viviendas
Los diseminados celebran la tercera asamblea en el Monasterio Las familias piden celeridad en la aprobación del Plan General
Actualizado: GuardarMás de 1.000 personas acudieron ayer a la asamblea organizada por la federación de asociaciones vecinales, Flave, y la coordinadora de vecinos, Coave, celebrada en el Monasterio de La Victoria.
El objetivo del encuentro, conseguir regularizar las viviendas de los diseminados lo antes posible. Y las opiniones sobre el asunto fueron de lo más diversas, dependiendo del grupo político o asociación vecinal que tomaba la palabra en el debate.
Juan Clavero, portavoz de Ecologistas en Acción, José Antonio Castro, presidente de Coave, José Rodríguez de Flave, Javier de Paula, como portavoz de la asociación de vecinos, Fevema, la edil de Urbanismo, Patricia Ybarra, el edil de IP, Juan Gómez, el concejal del PSOE, Ignacio García de Quirós, el concejal del PA, Antonio Jesús Ruiz y la edil de IU, Pepa Conde, fueron los ponentes de este acto que se alargó hasta más de las 22.00 horas.
José Antonio Castro, presidente de Coave, expuso la lamentable situación que vivían muchas de las familias de los diseminados que no cuentan con los servicios mínimos de luz y agua. Castro ahondó en el problema de tener una ciudad «totalmente paralizada a la espera de que se firme el nuevo Plan General de Ordenación Urbana» y exigió a los políticos que acudieron a la asamblea que «unan sus esfuerzos para redactar un buen plan para El Puerto».
Así, Castro denunció que la ciudad lleva ya nueve meses esperando a que se contrate un nuevo equipo redactor para que rehaga totalmente el PGOU antes de mandarlo a la Junta de Andalucía para su aprobación, algo que considera «innecesario».
En la misma línea, desde la Flave, José Rodríguez, solicitó al equipo de Gobierno que estudiase la posibilidad de comenzar a realizar los proyectos de urbanización de los diseminados aunque el PGOU aún no esté aprobado por la Junta de Andalucía.
Por su parte, desde Ecologistas en Acción, su portavoz, Juan Clavero, dejó claro que el paso primero para conseguir la regularización de los diseminados es dejar de construir y apostar por el diálogo. Además, Clavero dejó claro que la mayoría de los diseminados podrán regularizarse, aunque apuntó que otros, como El Barranco, no tienen solución.
Esta opinión sobre la imposibilidad de regularizar todos los diseminados fue criticada por algunos de los vecinos de El Barranco que consideran que tienen «el mismo derecho que todos a ser regularizados».
Por su parte, desde el PSOE, Ignacio García de Quirós, defendió el Plan de Ordenación Urbano aprobado en la anterior legislatura por IP y PSOE e incidió en que «el informe de incidencia que realizó la Junta de Andalucía sobre el mismo no obligaba a su reelaboración completa tal y como defiende el Partido Popular».
Pero la concejala de Urbanismo, Patricia Ybarra, dejó claro que «es absolutamente necesario rehacer completamente el documento que dejó Independientes Portuenses porque no cumple los requisitos básicos exigidos por la Junta de Andalucía». Así, culpó al anterior equipo de Gobierno de que la ciudad tenga que esperar otros tres años para contar con un nuevo PGOU.
Finalmente, los vecinos trasladaron a los políticos su preocupación por la falta de servicios mínimos que sufren algunas de las familias de los diseminados. Más de cien familias utilizan generadores de energía para conseguir electricidad después de haber intentado, sin éxito, que el Ayuntamiento les conceda los servicios mínimos. Además, hay muchas de las casas que no podrían hacer uso de los citados servicios aunque contaran con los permisos porque las zonas en las que viven no cuentan con las infraestructuras necesarias.
En este sentido, la edil de Urbanismo, explicó que el Ayuntamiento está estudiando un protocolo para la concesión de servicios mínimos que trasladará lo antes posible a los afectados.
De este modo, tras varias horas de debate, finalizó en el encuentro con el compromiso de todos los presentes de unirse para conseguir la mayor celeridad posible en la firma del nuevo Plan de Ordenación Urbano. Ahora, habrá que esperar a que los acontecimientos digan si las promesas se convierten en realidad.